REDACCIÓN.- Al menos 110.000 palestinos han abandonado su refugio en Rafah al sur de la Franja de Gaza, al tiempo que, Israel continúa ganando terreno en la frontera de Gaza con Egipto, donde ha tomado el control del único paso que había en manos palestinas.
El Ejército de Israel anunció el martes la toma de este puesto fronterizo un día después de haber avisado a la población palestina de que evacuaran la zona.
En las últimas 48 horas se han producido intensos bombardeos dentro y fuera de la zona de evacuación, desde entonces, el escaso tránsito de ayuda humanitaria que pasaba por el paso de Rafah ha dejado de fluir.
La gente se está trasladando a las dunas de arena de Al Mawasi, donde no hay instalaciones fijas de agua y saneamiento.
Mientras tanto, la presión sobre Israel continúa aumentando. En la noche del pasado miércoles el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó que dejará de enviar armamento a Israel en caso de que este inicie una incursión a gran escala en Rafah.
«Los civiles han muerto en Gaza como consecuencia de esas bombas y otras formas en que atacan los centros de población», ha dicho el mandatario en una entrevista.
Pese a que los aliados israelíes habían pedido en las últimas semanas al primer ministro hebreo, Benjamín Netanyahu, que desistiera de su empeño de entrar en Rafah, finalmente ha decidido seguir adelante, siguiendo las tesis del ala ultraderechista de su Ejecutivo.
El anuncio de Biden ha sido recibido por Israel con «decepción». «Es difícil y muy decepcionante escuchar estas declaraciones de parte de un presidente al que hemos estado agradecidos desde el inicio de la guerra», ha dicho el representante permanente de Israel ante Naciones Unidas, Gilad Erdan.
«No atribuyo malas intenciones al presidente, pero creo que está bastante claro que cualquier presión o restricciones a Israel, incluso por parte de aliados cercanos que quieren lo mejor para nosotros, son interpretadas por nuestros enemigos, Irán, Hamás y Hezbolá, como algo que les da esperanzas a la hora de lograr sus objetivos», ha añadido.
Por su parte, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, ha advertido a los «enemigos y mejores amigos» de Israel de que el Ejército «logrará sus objetivos en el norte y en el sur».