REDACCIÓN.- Dejar de consumir alcohol durante 30 días puede ofrecer varios beneficios para la salud, según un reporte de Healthline.
Entre los principales beneficios, se destaca una posible reducción en el riesgo de cáncer y enfermedades cardíacas. Además, mejorar la calidad del sueño es otro de los beneficios frecuentes.
Estudios han relacionado el consumo prolongado de alcohol con algunos tipos de cáncer, incluyendo cáncer de cerebro, cuello, esófago, hígado, mama, colon y recto.
Tomando en cuenta estas consideraciones, abstenerse de beber alcohol por un mes o más puede traer notables mejoras físicas y mentales para quienes buscan un descanso del consumo habitual.
Médicos explican a Healthline que los beneficios pueden variar de persona a persona, dependiendo de cuánto se aleje su comportamiento actual de la abstinencia.
Alguien que bebe mínimamente y se abstiene por un mes “podría sentir un mayor control sobre su salud o una sensación de logro al alcanzar una meta establecida”.
Por otro lado, quienes consumen alcohol en grandes cantidades pueden notar “mayores efectos fisiológicos, como más claridad mental, mejor calidad del sueño, pérdida de peso y la sensación de ‘desintoxicación’, además de lograr una meta establecida”.
Amitava Dasgupta, director médico del laboratorio clínico en el University of Kansas Medical Center, coincide con esta apreciación. Dasgupta señaló que para los bebedores sociales y moderados, participar en un mes de abstinencia no traerá grandes diferencias en sus cuerpos.
Sin embargo, para aquellos que excedan las recomendaciones de las Pautas Alimentarias para los Estadounidenses, dejar el alcohol por un mes puede resultar en cambios significativos.
Las recomendaciones actuales indican que el alcohol debe ser consumido con moderación: hasta una bebida diaria para las mujeres y hasta dos para los hombres.
Según Dasgupta, “los estudios muestran que incluso si se bebe en exceso una vez al mes, aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares”.
Subrayó que su advertencia no es para quienes beben con moderación, sino para aquellos que lo hacen en exceso.
Durante este mes de abstinencia, además de los beneficios mencionados, se pueden observar mejoras en la salud cerebral y psicológica.
Algunas personas podrían experimentar mejoras en su salud mental, lo que incluye una mayor claridad y una mejor capacidad de concentración.
Estos cambios pueden variar dependiendo de la cantidad de alcohol que se solía consumir y la duración del hábito.
Hacer una pausa en el consumo de alcohol también puede llevar a una disminución de la inflamación en el cuerpo.
El alcohol puede contribuir a la inflamación y, al dejar de consumirlo, el cuerpo puede tener la oportunidad de sanar y reducir cualquier inflamación existente.
La pérdida de peso es otra ventaja potencial de dejar el alcohol. Muchas personas no consideran las calorías adicionales de las bebidas alcohólicas, que pueden contribuir al aumento de peso.
Al renunciar al alcohol, se podría observar una disminución en la ingesta calórica total, lo que favorece la pérdida de peso.
Para aquellos que beben con frecuencia o en exceso, tomar un mes de descanso puede beneficiar al cuerpo de las siguientes maneras:
Reparar daño hepático: El consumo excesivo de alcohol puede llevar a la cirrosis del hígado. Interrumpir la ingesta permite que el hígado revierta los cambios grasos y vuelva a su estado normal. Además, el hígado puede focalizarse en otras funciones como metabolizar grasas y hormonas.
Disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas: El exceso de alcohol produce radicales libres que oxidan el colesterol LDL, causando bloqueos en las arterias. Beber con moderación puede aumentar el colesterol bueno (HDL), pero no protege contra la mortalidad general.
Reducir el riesgo de cáncer: El alcohol está listado como carcinógeno, aumentando el riesgo de desarrollar cánceres como el de cabeza y cuello, esófago, hígado, mama y colorrectal. Se estima que un 3.5% de las muertes por cáncer en EE.UU. están relacionadas con el alcohol.
Facilitar la pérdida de peso: El alcohol aporta muchas calorías y azúcar. Su eliminación puede llevar a la pérdida de peso, especialmente en consumidores excesivos, aunque dependerá de otros factores dietéticos y de ejercicio.
Mejorar la función cerebral: El consumo de alcohol en menores de 21 años puede causar pérdida de memoria y afectar el desarrollo cerebral. Evitar el alcohol es particularmente benéfico para este grupo y aquellos con antecedentes familiares de abuso.
Mejorar el sueño: Aunque se cree que el alcohol ayuda a dormir, en realidad conduce a un sueño de menor calidad y más interrupciones. La abstinencia mejora la calidad del sueño y reduce trastornos crónicos en los consumidores problemáticos.