Redacción.-La popular ‘influencer’ fitness mexicana JousFit, oriunda de León (Guanajuato), sufrió un infarto cerebral después de ponerse bótox en una clínica de Dubái, Emiratos Árabes Unidos, donde reside junto con su esposo Oscar.
Pidió solo la mitad de la dosis por tener una mala experiencia en el pasado, pero, aun así, empezó a sentirse mareada ya en el ascensor al salir de la consulta. Segundos después, se le estaba nublando la vista y su pareja la regresó a la clínica cargándola en brazos, según un medio internacional.
La mujer se desmayó en la camilla y empezó a sufrir convulsiones. Oscar pidió que llamaran una ambulancia, pero el personal de la clínica se negó a hacerlo y entonces lo hizo por su propia cuenta. Los médicos del hospital le diagnosticaron «síncope originado por estrés y miedo a las jeringas», pero Oscar señaló que no era «partidario de esa teoría».
«Me convulsioné muchas veces, desmayos, perdí el conocimiento, me daban cachetadas para despertar y nada, no respiraba, mis ojos estaban en blanco, mis uñas negras, boca negra, estaba transparente. No saturaba nada y corrieron por oxígeno. Había momentos que lograba abrir los ojos y solo veía a todos gritando, llorando, Oscarcito rezando y llorando fuertísimo», contó JousFit en sus ‘stories’, detallando que la ambulancia llegó 40 o 45 minutos después y se sintió mejor solo en manos de los médicos.
La joven confesó que el médico que la atendió le dijo que salió adelante gracias a su alimentación sana, ejercicio diario y disciplina en la actitud hacia su propia salud. «Mi mensaje es: cuida tu alimentación, cuida tu cuerpo», declaró la ‘influencer’ a sus seguidores ya desde casa.
No sabe si su severa reacción se debió a la inyección del bótox como tal —al fin y al cabo, sus experiencias previas no terminaban tan mal—, pero cree que en la clínica emiratí a la que acudió mezclaron la sustancia con algún otro químico para prolongar el efecto del procedimiento. Las sospechas surgieron cuando el doctor de la clínica les dijo que no le hicieran el análisis de sangre que, según él, era innecesario, mientras que la joven solamente necesitaba que le pusieran un suero en el hospital.