Redacción.- Se reportó una terrible tragedia la noche del sábado durante la celebración de un matrimonio en la capital del Cesar, donde de acuerdo con la información preliminar del hecho, el techo del sitio de eventos en el que se desarrollaba la actividad se colapsó y dejó el infortunado resultado de dos personas muertas y 30 más heridas.
Se trataría de un kiosco que se ubica en las afueras de Valledupar, donde las víctimas mortales fueron la baterista de un grupo musical de una iglesia de esa ciudad, y una menor de 14 años de edad.
Mientras que en el periódico regional El Heraldo indicaron que entre la hipótesis que se maneja de la posible causa que llevó a la caída del techo está que fue consecuencia del fuerte aguacero que estaba cayendo a altas horas de la noche.
Desde la Alcaldía de Valledupar indicaron que se activaron los protocolos y red hospitalaria correspondiente para atender la grave situación.
“Organismos de socorro, en cabeza de la Secretaría de Gobierno de Valledupar, atienden la emergencia registrada en una casa campo de la ciudad luego del colapso de una estructura cuando se celebraba una fiesta de matrimonio (sic)”, destacaron en su cuenta oficial de la red social X.
El siniestro, informaron también en El Heraldo, habría ocurrido en simultáneo con una conflagración en el barrio Los Mayales, por lo que los organismos de emergencia tuvieron que duplicar los esfuerzos para poder atender las dos graves situaciones.
Finalmente, en la emisora Blu Radio indicaron que una de las víctimas que falleció fue identificada como Naileth Guerra Ochoa, que alcanzaron a trasladar a un centro asistencial, pero por la gravedad de las heridas que sufrió perdió la vida.
Jhosuar David Mejía Gil, un niño de cuatro años, lleva 20 días desaparecido. Fue visto por última vez el 12 de mayo en Valledupar; estaba acompañado de su madre, Angélica María Gil Blanco, quien fue captada por una cámara de seguridad moviéndose en una motocicleta junto con el menor.
Según las declaraciones de la madre citadas por el diario local El Pilón, ella estaba en Valledupar haciendo compras con su pareja. Al llegar a la ciudad, se dirigió a la casa de sus padres, donde estaba su hijo, que le pidió un paseo en la moto, que no era de su propiedad.
Atendiendo a la petición del niño, lo llevó hasta el parque de la invasión, donde encontró a otro menor de edad y le pidió que hiciera unas compras.
“Cuando estábamos en el parque pasó un niño que nunca había visto y le di 200 pesos para que me hiciera el favor de comprarme en la tienda una gaseosa y una papa. Cuando el niño viene de hacer el mandado, mi pareja me llama para decirme que me apure porque teníamos que entregar la moto que era prestada. En ese momento yo me monto en la moto y llegó hasta la esquina que está antes de la casa y nuevamente lo dejo. Ese fue mi error, dejarlo ahí”, relató la mujer.
Desde entonces, no se sabe nada del menor. Las autoridades ya comenzaron la investigación y la búsqueda; el 31 de mayo, la Policía Nacional visitó la vivienda de la mujer, ubicada en el municipio de La Paz (Cesar), para hablar con ella e inspeccionar el lugar. Al revisar, identificaron una zona donde presuntamente se llevan a cabo rituales.
De acuerdo con las imágenes difundidas por El Pilón, en una de las paredes de la vivienda fueron pintadas tres cruces invertidas de color rojo. También hay un pentagrama y está escrito el nombre “Bellcebu”, considerado un espíritu maligno en la religión católica. Se desconoce si estos hallazgos están relacionados con la desaparición de Jhosuar David Mejía Gil; según el medio citado, se cree que el menor pudo haber sido involucrado en algún ritual.
La madre del menor desaparecido aseguró que el padre del niño es el responsable. Argumentó que el sujeto en cuestión la ha maltratado en varias ocasiones y que no lo han señalado como culpable porque se ha mostrado afectado por la desaparición de su hijo.