Redacción. ― Hoy hace 55 años la humanidad consiguió un importante logro tras el Apolo XI posarse sobre la luna por primera vez, llevando al astronauta Neil Armstrong a pisar la superficie lunar el 20 de Julio de 1969.
Todo comenzó el 25 de Mayo de 1961, cuando el Presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy anunció su intención de poder enviar astronautas a la Luna antes de que finalizase la década. Esto sucedió tres semanas después de que el astronauta Alan Shepard se convirtiese en el primer americano en viajar al espacio. Ocho años de duro trabajo tendrían que pasar antes de que la NASA viese cumplido su gran proyecto de poner un hombre en la Luna con el vuelo del Apolo XI.
Esta hazaña televisada, que supuso una ventaja de Estados Unidos en la carrera espacial, constituyó un avance científico sin precedentes respecto al conocimiento del sistema solar.
Más de medio siglo después, las potencias desarrollan planes para construir bases permanentes en la Luna que permitan alcanzar Marte.
La misión Apolo 11, el primer vuelo tripulado que aterrizó en el satélite terrestre, tuvo una duración de algo más de 195 horas de viaje. Se trataba del segundo viaje humano a la Luna, aunque el primero de ellos con alunizaje incluido.
El 16 de julio de 1969 la misión de la NASA, compuesta por el comandante Neil Armstrong y los pilotos Edwin Aldrin y Michael Collins, despegó desde el Centro Espacial Kennedy en Florida para recorrer una distancia de casi 400.000 kilómetros.
Cinco días después, Armstrong se convirtió en el primer astronauta que pisó la superficie de la Luna a las 2:56 (hora internacional UTC) en una zona denominada Mar de la Tranquilidad.
Mientras descendía por la escalera del módulo pronunció la histórica frase: “Este es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la Humanidad”.
Una de las claves de este hito fue la retransmisión en directo de la actividad de la misión a todo el planeta desde las instalaciones del Observatorio Parkes (Australia).
Se estableció un récord de audiencia en televisión, lo vieron quinientos millones de espectadores en todo el mundo.
Armstrong y Aldrin caminaron casi tres horas en la Luna, recogieron muestras de piedras, realizaron varios experimentos científicos y numerosas fotografías y colocaron una bandera estadounidense.
En esta expedición se llegó a la conclusión de la inexistencia de cualquier forma de vida pasada o presente en la Luna.
La proeza espacial finalizó cuando el módulo en que viajaban los tres astronautas amerizó en aguas del Océano Pacífico, próximas a Hawai.