Redacción.- Este viernes el mundo tiene sus ojos puesto en la París, en Francia esto al conmemorarse los Juegos Olímpicos 2024, cuya ceremonia de apertura será llevada a cabo en unas horas.
Se espera que los barcos que llevan a los deportistas olímpicos comiencen a desfilar por el río Sena hasta los pies de la torre Eiffel, en una ceremonia de apertura que, por primera vez, no tendrá como escenario un estadio.
El desfile lo abrirá la delegación olímpica de Grecia -por ser la génesis del olimpismo- a un ritmo preciso de 9 kilómetros por hora para completar el recorrido en un tiempo de 42 minutos.
En total, cerca de 90 navíos transportarán a unos 8.500 deportistas (en París hay más de 10.000 aspirantes a medalla, pero no todos pueden asistir a la ceremonia), con lo que las embarcaciones no coincidirán exactamente con el número de naciones participantes (206) y muchos países tendrán que compartir cubierta.
Un gran dispositivo de seguridad con 45.000 agentes -diez mil más que los que estarán de servicio el resto de las jornadas olímpicas- acompañará la inauguración para evitar problemas, además de unos 10.000 militares y vigilantes privados.
De hecho, la seguridad para una ceremonia tan excepcional y con París en el máximo nivel de alerta terrorista desde los atentados de Hamás de octubre y la consiguiente represión sobre la franja de Gaza- ha sido una de las grandes preocupaciones de los meses previos y existía incluso un plan alternativo de llevar la ceremonia al Estadio de Francia en caso de amenaza grave.
Lo que los deportistas y 326.000 espectadores presenciales, entre ellos 200 jefes de Estado y de Gobierno, verán durante las 3 horas y 45 minutos de espectáculo es un misterio, aunque los preparativos en el Sena han permitido anticipar algunos detalles, incluso a pesar de que el centro de la ciudad es un búnker de seguridad desde el pasado día 18.
Los responsables de París 2024 avanzaron que la ceremonia sería una celebración de la cultura francesa y, de acuerdo a la prensa local, eso quedará retratado a través de doce escenas repartidas a lo largo del río y acompañado de un gran espectáculo de luces y pirotecnia (algo a lo que los franceses están habituados con las espectaculares celebraciones nacionales del 14 de julio).
Uno de esos momentos se verá a la altura de la catedral de Notre-Dame, aun cerrada por la restauración por el incendio de 2019, y otro se desarrollará en el Louvre, probablemente con su cuadro más famoso, ‘La Gioconda’, como protagonista.