Redacción. ― La Justicia y los servicios secretos están investigando el sabotaje sufrido este viernes en tres de los cuatro grandes ejes de la alta velocidad ferroviaria en Francia a pocas horas de la inauguración de los Juegos Olímpicos de París, que han provocado ya anulaciones masivas y retrasos de trenes.
La Fiscalía de París ha indicado en un comunicado que va a centralizar las investigaciones por los ataques denunciados por la compañía ferroviaria estatal SNCF en instalaciones de señalización de la red de trenes de alta velocidad (TGV).
Esa investigación judicial se ha abierto por los delitos de deterioro de bienes que afecta los intereses fundamentales de la nación, degradaciones y tentativas de degradaciones por un medio peligroso en banda organizada, ataques a un sistema de tratamiento automatizado de datos en banda organizada y asociación de malhechores.
Esos delitos están castigados con penas de entre 10 y 20 años de cárcel y con multas de entre 150.000 y 300.000 euros.
El primer ministro en funciones, Gabriel Attal, ha denunciado en un mensaje colgado en su cuenta de X lo que ha calificado como “actos de sabotaje” que se han desarrollado “de forma preparada y coordinada” y que está teniendo consecuencias “masivas y graves” en la red ferroviaria.
Attal ha anunciado que los servicios secretos y las fuerzas del orden “están movilizados para encontrar y castigar a los autores de esos actos criminales”.
Algunos medios que han citado fuentes de la investigación han señalado que se barajan varias pistas y que una de ellas por el modo de acción es que todo pueda haber sido obra de grupos de ultraizquierda. La hipótesis de una injerencia extranjera parece inicialmente menos verosímil.