REDACCIÓN.- En un hallazgo revelador que subraya las consecuencias del cambio climático en la salud humana, especialistas del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas en Argentina (CONICET) han demostrado que la exposición prolongada a olas de calor reduce significativamente la fertilidad masculina.
A través del entrecruzamiento de datos de análisis de semen de cerca de 55 mil hombres, con edades entre 18 y 60 años, de la Ciudad de Buenos Aires y datos provistos del Servicio Meteorológico Nacional, se ha podido evidenciar una preocupante tendencia: el aumento de las olas de calor está afectando la calidad del semen.
Durante el periodo de estudio, se registraron 124 días con olas de calor, definidas como aquellos con al menos tres días consecutivos con temperaturas máximas y mínimas superiores a 32,3°C y 22°C respectivamente.
El estudio, publicado en la revista Science of the Total Environment, se realizó en colaboración con el Laboratorio Clínico CEUSA-LAEH de Buenos Aires.
Según el trabajo, la calidad del semen puede verse afectada por diversas condiciones que inducen estrés térmico. Algunos ejemplos incluyen ciertas condiciones clínicas como el varicocele y la obesidad, así como exposiciones prolongadas a altas temperaturas en ciertas ocupaciones y durante el verano.
Gustavo Luis Verón, primer autor del estudio y becario posdoctoral del CONICET en el IBYME, también habló con Infobae. Verón tuvo el gran desafío de manejar una enorme cantidad de datos biológicos y climáticos.
“Para hacerse una idea, los datos climáticos incluían registros de temperatura hora a hora de los 365 días del año durante 19 años. Extraer información útil de esta vasta cantidad de datos requirió desarrollar programas para depurar, organizar, combinar y analizar toda esta información. En este caso no se utilizaron herramientas de Inteligencia Artificial (IA), pero sí estadísticas y con fórmulas matemáticas”, indicó Verón.
La tarea de organizar y analizar estos datos fue fundamental para garantizar la solidez de los hallazgos. “Este proceso fue esencial para asegurar que nuestros hallazgos fueran sólidos y confiables. Fue un trabajo exhaustivo y preciso que demostró cómo las altas temperaturas influyeron negativamente en la buena calidad y cantidad de espermatozoides generados en la población de estudio”, subrayó Verón.
Cómo se determina la calidad del semen
En promedio, los hombres no expuestos a olas de calor tuvieron unos 65 millones de espermatozoides mótiles, mientras que los expuestos tuvieron alrededor de 58 millones. El término motilidad se refiere al movimiento del esperma de un hombre. El análisis evalúa si los espermatozoides están nadando correctamente y en línea recta. “Esto significa que, en promedio, los hombres expuestos a olas de calor tuvieron 7 millones menos de espermatozoides mótiles, lo que podría afectar su fertilidad”, afirma Verón.
Consultado acerca de si el frío intenso también afecta la buena producción de espermatozoides, Verón indicó que eso también fue estudiado y que las temperaturas bajas generan mejor calidad de las muestras obtenidas, las cuales deben ser siempre dobles y espaciadas cada 3 meses para una mejor verificación.
Ania Manjon, también autora del estudio y becaria doctoral del CONICET, señala que los hombres mayores de 40 años ya mostraban una menor calidad seminal en investigaciones anteriores. “Teniendo en cuenta que en estudios previos observamos una menor calidad seminal en hombres de más de 40 años, estudiamos el impacto de las olas de calor en poblaciones de hombres mayores y menores de 40 años. Como resultado, identificamos alteraciones en la cantidad y morfología en los menores de 40, mientras que en los mayores también se encontraron alteradas la motilidad y la vitalidad”, subrayó.
La infertilidad masculina es una preocupación creciente a nivel mundial, que tiene numerosos componentes, tanto de origen genético como socioambientales. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente una de cada seis personas experimenta infertilidad a lo largo de su vida, con el 50% de los casos atribuidos a factores masculinos.
Es una enfermedad compleja con múltiples componentes de origen genético y socioambiental. Factores como el consumo de alcohol, tabaco, exposición a contaminación ambiental, ciertos medicamentos, estrés, dieta, infecciones de transmisión sexual y el aumento de la edad de paternidad pueden afectar la fertilidad masculina.
“Debemos destacar que nuestro trabajo es el primero en las Américas que demuestra que las olas de calor, sus temperaturas, su extensión y su frecuencia tienen un impacto negativo en los indicadores del semen que se asocian al potencial fecundante espermático”, remarcó Vázquez-Levin y precisa que estos hallazgos subrayan la importancia de considerar los factores climáticos, en particular las olas de calor, en el contexto de la salud reproductiva masculina.
“La siguiente etapa del proyecto de estudio es avanzar en cómo la calidad del aire influye también directamente en la producción y calidad de los espermatozoides. Para ello, ya estamos recabando información de los tres centros de toma de calidad de aire en CABA, ubicados en la Boca, Parque Centenario y Córdoba y Callao”, concluyó Vázquez-Levin y resaltó el trabajo científicos que se hace en Conicet, elevando la ciencia argentina en el mundo.