REDACCIÓN- Una mujer neozelandesa llamó a la Policía luego de confundir una muñeca sexual decapitada en una playa.
La mujer paseaba con un perro en la playa Tapuae, al sur de la ciudad de Nueva Plymouth, cuando el animal se puso a husmear algo en la arena y se acercó a ver qué era.
Al darse cuenta de que el cuerpo no tenía cabeza, la mujer se asustó y llamó a la Policía. Al llegar, un agente dio vuelta la figura y se notaba que era una muñeca sexual.
Aparte del alivio, Cowdrey se sintió incómoda por haber llamado a la Policía por una muñeca sexual, pero le aseguraron que había hecho lo correcto.
Además, tras una pesquisa en línea, supo que una muñeca de ese tipo valía miles de dólares y supuso que podría haber sido robada. «Nadie la iba a tirar en la playa y dejarla allí», afirmó.