Redacción.- El Gobierno de Paraguay pidió este jueves a Estados Unidos que acelere la salida del país de su embajador en Asunción, Marc Ostfield, tras las recientes declaraciones del diplomático, en el marco de las sanciones anunciadas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de Washington. En un comunicado difundido por el Ejecutivo se indica que “la intervención directa o indirecta de cualquier Estado en los asuntos internos del país compromete la independencia y la soberanía de la República”.
Luego de que Washington sancionara a la empresa paraguaya Tabacalera del Este (Tabesa) por presuntamente brindar apoyo financiero al ex presidente Horacio Cartes, también amonestado por Estados Unidos por supuestos actos de corrupción, Ostfield respaldó la medida y señaló que busca “proteger nuestro sistema financiero y evitar que se utilice para facilitar la corrupción”.
Previamente, la Embajada estadounidense había escrito en sus redes sociales que, con este anuncio queda expuesto que “Estados Unidos está comprometido a garantizar el cumplimiento de las sanciones y lograr una reforma significativa contra la corrupción en Paraguay”.
Sus palabras no fueron bien recibidas por Asunción, que apuntó que “toda sanción debe conformarse mínimamente con el debido proceso y la inviolabilidad de la defensa, derechos éstos ampliamente reconocidos por la comunidad internacional”, que rigen también “nuestro marco jurídico” y dentro del cual “se dan las acciones de nuestro Gobierno”.
En ese sentido, el Ejecutivo agregó que no se hace “un juicio de valor sobre el uso de herramientas administrativas que se enmarcan en la legislación americana” aunque “sí tenemos una posición respecto de la forma en que fueron comunicadas estas medidas administrativas por parte del actual Embajador americano en Paraguay”, enfatizando en que “recibimos con desagrado la mediatización y politización de las sanciones”.
Es por ello que, en pos de conservar la “excelente relación” entre las naciones, así como su “historia compartida de principios y valores” y evitar “que la pérdida de confianza hacia una persona dañe” el vínculo, Asunción solicitó que se acelere el proceso de salida de Ostfield del país.
La bancada oficialista del Partido Colorado, presidida por Cartes, también había instado la víspera a la Cancillería a que “arbitre los medios diplomáticos necesarios” para que ningún Estado extranjero aplique sanciones a paraguayos.
Estados Unidos designó al ex presidente Cartes como “significativamente corrupto” y, posteriormente, definió que Tabesa es “una entidad en la que poseía, directa o indirectamente, una participación del 50% o más”, por lo que la incluyó en la Lista de Nacionales Especialmente Designados y Personas Bloqueadas. Inclusive, las autoridades estadounidenses sostienen que, a pesar de ya no ser el propietario de la compañía, la firma “ha realizado y planea seguir realizando pagos por valor de millones de dólares” al ex mandatario.
Al anunciar la sanción, Ostfield señaló que la decisión es el resultado de “un exhaustivo proceso de análisis legal” y de una revisión pormenorizada por parte de múltiples agencias, “durante un período prolongado de tiempo”, en concordancia con la Ley Global Magnitsky que Washington aplica a autores de abusos de derechos humanos y de corrupción en el mundo.