SANTO DOMINGO, RD- La violencia intrafamiliar sigue ensañada con los más vulnerables del hogar, en solo 8 días tres niñas han pagado con sangre los aparentes desequilibrios mentales de sus progenitoras.
A la grave espiral se suman las decenas abusos sexuales y psicológicos contra menores en su propio seno familiar.
La sociedad sacudida no comprende la frialdad con la que madres y padres se han atrevido a arrebatarles el aliento a sus propios hijos.
La última semana la desgracia tocó a tres niñas de entre cinco y nueve años, dos muertas y una hospitalizada por heridas de arma blanca en la cabeza, cuyas madres son señalas como responsables.
La muerte violenta de un hijo a manos de su padre o madre recibe la tipificación de filicidio, aunque en el país eran mínimos los casos de esta naturaleza.
La creciente ola violenta mantiene la estremecida la sociedad que exige respuestas y acciones contundentes para prevenir la violencia infantil.
Y es que inseguridad de los niños en sus propios hogares es cada vez más recurrente, lo que detona las alarmas de los expertos que atribuyen muchos de los casos al desequilibrio emocional de los responsables de su cuidado.
En lo que va de 2024, República Dominicana registra al menos cinco trágicos casos, donde padres han terminado con la vida de sus hijos o hijos.