REDACCIÓN.- El primer ministro de Haití, Garry Conille, acompañado de miembros del gobierno y del cuerpo diplomático, incluidos representantes y embajadores de Estados Unidos, Canadá, Francia, España, México, Chile, Suiza, las Naciones Unidas y la Unión Europea, presentó la hoja de ruta gubernamental durante una sesión de trabajo en el norte del país el pasado 21 de agosto de 2024.
Durante su intervención, el Conille dijo que «el gobierno, con el apoyo de nuestros socios internacionales, pondrá todo de su parte para ejecutar la agenda de la transición, enfocándonos en la resolución de la crisis de seguridad y humanitaria, el fortalecimiento de la justicia y el restablecimiento de la seguridad, el relanzamiento de la economía, la organización de la reforma constitucional y la celebración de elecciones generales».
Los representantes de los países amigos y de la comunidad internacional presentes en la sesión reafirmaron su compromiso y pleno respaldo a Haití, con el objetivo de colaborar en el éxito de la transición delineada en el Acuerdo del 3 de abril de 2024.
«Estamos comprometidos a apoyar a Haití en este proceso crucial para su estabilidad y desarrollo futuro», señalaron varios de los diplomáticos asistentes, de acuerdo con una publicación en la cuenta de X (antes Twitter).
El Garry Conille subrayó la importancia de la cooperación internacional para abordar los desafíos que enfrenta el país, especialmente en materia de seguridad y humanitaria. «Es imperativo fortalecer nuestras instituciones de justicia y garantizar la seguridad de nuestros ciudadanos como base para un desarrollo sostenible», enfatizó.
La situación en Haití
Cientos de habitantes de Puerto Príncipe salieron el pasado lunes a las calles para protestar en contra de la inseguridad en Haití, donde desde hace meses se registran violentos ataques de agrupaciones criminales.
Durante la protesta, en la que las personas portaban ramas de árboles e iban acompañados por una banda, se prendió fuego a neumáticos en varios puntos del centro de Puerto Príncipe, entre ellos el barrio de Solino, la zona de Nazon y la avenida John Brown Lalue.
Los manifestantes, muchos de los cuales llevaban cubierto el rostro para evitar posibles represalias, demandaron a la Policía haitiana a que actúen con rapidez y eficacia frente a la violencia de las bandas criminales.
En varias ocasiones, las autoridades intentaron sin éxito dispersar la protesta con gases lacrimógenos, lo que generó la molestia de las personas que asistieron a las marchas.
«La Policía nos impide manifestarnos. La Policía nos bombardeó con gases lacrimógenos. Están conspirando para tomar el control de Solino, para obligarnos a abandonar Solino», dijo enfadado un residente de ese barrio.
»Hemos decidido salir a la calle para decir que ya basta. Queremos vivir en paz. Solino no está en conflicto con nadie. Pedimos a ‘Barbecue’ que nos deje en paz», señaló el protestante en alusión al poderoso líder de una de las bandas ilegales, Jimmy Cherisier, un antiguo policía convertido en jefe criminal que busca hacerse con el control de ese barrio.
La protesta paralizó el tráfico, lo que generó grandes atascos en varios puntos, incluida la autopista de Delmas.