REDACCIÓN- El 18 de junio de 2023, el sumergible Titán, operado por OceanGate Expeditions, descendió en las aguas del Atlántico Norte con el objetivo de explorar los restos del Titanic, ubicados a más de 4000 metros de profundidad.
A bordo viajaban cinco personas, entre ellas el fundador de la empresa, Stockton Rush. Sin embargo, el viaje tuvo el peor final cuando la nave sufrió una implosión que causó la muerte de todos sus tripulantes. Ahora, más de un año después de lo ocurrido, las nuevas investigaciones revelaron la primera imagen de los restos del sumergible y los últimos mensajes antes del hecho fatal.
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Según un informe presentado por la Guardia Costera de Estados Unidos durante la audiencia pública del lunes 16 de septiembre, el Titán ya había experimentado numerosos problemas técnicos antes del fatídico viaje de junio de 2023. En concreto, se reportaron decenas de fallas en expediciones anteriores, incluidas baterías agotadas y fallas en el equipo durante 2021 y 2022. Incluso semanas antes de la tragedia, la nave había sido encontrada “parcialmente hundida” después de una prueba en condiciones climáticas adversas.
En los días previos a la expedición final, se produjeron más problemas cuando el sumergible golpeó una pared en una misión de prueba. A pesar de estas señales de alerta, la misión del 18 de junio siguió adelante. Los investigadores de la Guardia Costera señalaron que estos problemas técnicos podrían haber sido una advertencia temprana de lo que sucedería durante la inmersión del Titán.
Durante la audiencia, se presentó una recreación visual de la implosión y se revelaron los últimos mensajes enviados por el sumergible antes de perder contacto con la superficie. Según los investigadores, el Titán informó a su barco de apoyo, el Polar Prince, que “todo estaba bien” momentos antes de la implosión. La transcripción mostró que el sumergible había liberado dos pesos para facilitar el control de la nave, lo que en un principio parecía una maniobra estándar.
Sin embargo, segundos después de enviar este mensaje, el Titán implosionó, lo que causó la muerte instantánea de los cinco tripulantes. Entre ellos estaban Stockton Rush, el empresario Shahzada Dawood, su hijo, Suleman Dawood, el explorador Hamish Harding y el experto marítimo Paul-Henri Nargeolet.
La imagen revelada por la Guardia Costera muestra los restos del Titán en el fondo del Atlántico, cerca del lugar donde yace el Titanic. En la fotografía, se puede ver el cono de cola del sumergible desgarrado, separado del resto de la nave, lo que es consistente con una implosión a gran profundidad. También se observaron fragmentos adicionales de la estructura del sumergible, dispersos en el área.
Meses después de la tragedia, buzos recuperaron restos humanos entre los escombros, con lo que se pudo confirmar, a través de pruebas de ADN, la muerte de los tripulantes. Estos datos, detallados en el informe, buscan esclarecer las causas de lo sucedido.
Durante la audiencia del lunes pasado, se discutieron las condiciones en las que el sumergible Titán fue desarrollado y operado. Se determinó que OceanGate había despedido a un director de ingeniería que había expresado preocupaciones sobre la seguridad del sumergible y su capacidad para realizar inmersiones en aguas profundas. A pesar de estas advertencias, las expediciones continuaron, lo que plantea dudas sobre las decisiones operativas de la compañía.
La Guardia Costera de Estados Unidos ha estado investigando el incidente desde junio de 2023, pero la audiencia pública celebrada en septiembre de 2024 ha sido un paso crucial en la búsqueda de respuestas sobre lo que salió mal. En el transcurso de las próximas dos semanas, se espera que testifiquen alrededor de dos docenas de expertos, entre ellos antiguos empleados de OceanGate y especialistas en seguridad marítima.
De acuerdo a su publicación en Facebook, la Junta de Investigación de la Guardia Costera se enfocará en revisar el diseño del sumergible, los procedimientos de seguridad y las decisiones operativas de OceanGate. El objetivo es que el informe final incluya conclusiones detalladas sobre las fallas que llevaron a la implosión y cómo se pueden mejorar los estándares de seguridad en las futuras expediciones submarinas.