Redacción. ― Una carta de felicitación firmada por Donald Trump es uno de los principales recuerdos que atesora Allan J. Lichtman de su infalibilidad: «fui de los pocos que pronosticó su victoria», cuenta en una entrevista el experto, cuya predicción no gustará este año al republicano, pues tiene claro que Kamala Harris ganará en los comicios del 5 de noviembre.
«Las claves pronostican que vamos a tener a una presidenta nueva y sin precedentes, que Harris se convertirá en la primera mujer presidenta y en la primera presidenta de ascendencia mixta africana y del este de Asia, lo que en cierto modo presagia hacia dónde se dirige Estados Unidos», apunta contundente.
Lichtman no tiene duda de calificarse a sí mismo como el pronosticador electoral estadounidense más veterano y el más infalible: «Nadie más se acerca a mí y nadie ha estado pronosticando 40 años como yo, nadie tiene un historial ni siquiera parecido», afirma. Su nivel de aciertos: diez de diez.
Doctorado en Historia Americana y métodos cuantitativos por la Universidad de Harvard y profesor de la American University, Lichtman lleva haciendo predicciones desde los años 80.
«Predije la reelección de Ronald Reagan en abril de 1982, casi tres años antes de las elecciones, cuando Estados Unidos estaba en la peor recesión desde la Gran Depresión hasta ese momento y el 60 % de los estadounidenses decía que era demasiado viejo para postularse de nuevo y su índice de aprobación estaba en mínimos históricos», relata.
También estuvo seguro del resultado de las elecciones de 2016, en las que Hillary Clinton se enfrentó a Trump y perdió, pese a ser favorita en los sondeos. «Mi sistema es único, no mira las encuestas, no escucha a los expertos, no sigue los acontecimientos de la campaña. Mira el panorama general de la gobernanza», explica.
Y, en aquel momento, «había suficientes llaves en juego en contra de los demócratas», que eran el partido en el poder. De hecho, «cualquier republicano genérico habría ganado».
Lichtman fue de los pocos expertos que acertó, un mérito reconocido hasta por Trump, quien le mandó «una nota firmada que decía: felicitaciones, profesor».