Santo Domingo.- Cincuenta y cuatro años han pasado desde la muerte del dirigente político revolucionario Amín Abel Hasbún, quien fue asesinado frente a su esposa e hijo, en uno de los hechos que marcaron la historia del siglo pasado.
Su muerte marcó uno de los episodios más desastrosos de la época conocida como “los 12 años” del Gobierno del expresidente Joaquín Balaguer, período marcado por la persecución contra líderes opositores del cacique reformista.
Abel Hasbún, fue ultimado de un tiro en la cabeza con una pistola calibre 45 por agentes de la Policía Nacional Dominicana, su asesino, el raso López Acosta fue condenado a cinco años de prisión, siendo libertado al cumplir la mitad de la condena.
Hasbún fue indicado como uno de los organizadores del comando que secuestró a coronel norteamericano Donald J. Crowley, agregado militar de la embajada de Estados Unidos en el país.
Crowley fue liberado después que el gobierno de Balaguer dejó en libertad a los dirigentes del Movimiento Popular Dominicano (MPD), encabezados por su líder Maximiliano Gómez (El Moreno). Tanto Amín Abel, como su partido y familiares, negaron reiteradamente la acusación.