Santo Domingo.- El presidente del Partido Esperanza Democrática, Ramfis Domínguez-Trujillo instó al gobierno modificar la Ley de Responsabilidad Fiscal (35-24), para exigir que el gasto público se limite al monto total de los ingresos que percibe el gobierno cada año.
Dijo que la irresponsabilidad financiera es justamente lo que ha provocado lo imperioso de esta reforma fiscal que promueve el gobierno.
“En vez de estar hablando de una supuesta modernización fiscal, lo que el gobierno debería hacer entre tantas modificaciones y reformas que está presentando apresuradamente, es proponer una modificación a la Ley de Responsabilidad Fiscal, pues la que existe es incompleta y para nada controla los gastos del estado,” puntualizó.
El líder político estableció que, al circunscribir el gasto público al monto percibido por el gobierno en cada ciclo fiscal, estaríamos creando un estado económico sólido, mitigando el riesgo monetario, y suscitando un alto nivel de confiabilidad con los tenedores de la deuda de la República Dominicana, evitando así las imposiciones que constriñen la reforma fiscal.
“Si somos capaces de ponerle un candado al presupuesto del estado, limitando el gasto público para en cualquier caso no superar el total de las recaudaciones, esa responsabilidad fiscal no solo generaría una estabilidad económica para el país, sino que además generaría la confianza de los acreedores que, debido al desorden monetario, exigen al gobierno incrementar sus ingresos,” aclaró.
Dentro del plan que presentó el presidente del PED, se contempla un reordenamiento de las finanzas del estado, una racionalización del gasto público y un mejoramiento de la calidad del gasto, para favorecer el presupuesto balanceado que este propone. Domínguez-Trujillo continuó, afirmando que este proceso permitiría la renegociación del convenio colectivo de la deuda pública, pero aplazando el primer repago que se haría a los seis años de su culminación.
“Luego de alcanzar la disciplina presupuestaria, que debe también incluir pasos determinantes a favor de erradicar la corrupción del estado, debemos consolidar el conjunto de la deuda para negociar un refinanciamiento, pero con una moratoria de 5 a 6 años. Con eso, podremos invertir ese 25% que hoy destinamos al pago del servicio a la deuda a impulsar los sectores productivos del país, como la agricultura, la medicina, tecnología y otros más, para crear nuevas fuentes de ingreso a corto plazo y generar recursos suficientes para empezar a pagar la deuda externa,” precisó.
Según las expresiones del excandidato presidencial, la República Dominicana presenta un cuadro financiero lúgubre, de cara a una perpetua irresponsabilidad fiscal y un gasto público insostenible que, de no remediarse en lo inmediato con una implacable voluntad administrativa y un cambio radical de las políticas públicas monetarias, estaría condenando a la juventud y las generaciones venideras al infortunio de una deuda cada vez más pesada y un ciclo vicioso de incrementos tributarios aún más destemperados.
“Estamos en un callejón sin salida, y si continuamos con este tren de irresponsabilidad, solo nos quedará imponer una reforma fiscal cada cierto tiempo para afrontar la irresponsabilidad de los gobiernos, su excesivo dispendio y su abultado presupuesto sin limitación alguna. Ya es momento en que pensemos en el largo plazo, en el futuro del país y lo que el peso de esta deuda cada vez más amplia les depara a futuras generaciones,” enfatizó.
La propuesta del líder del Partido Esperanza Democrática (PED) es una modificación categórica al régimen monetario del país, impidiendo la práctica emplear los empréstitos para sostener el tren de gastos corrientes del estado, una actividad que contraviene los principios más básicos de economía, perpetuando el déficit presupuestario y ensanchando la deuda de forma exponencial. Domínguez-Trujillo asegura que, con estos pasos determinantes, el país se encaminará hacia la recuperación económica, pudiendo disminuir su endeudamiento, capitalizando las arcas, incrementando el patrimonio nacional, pero, sobre todo, impidiendo la imposición de la tan censurada propuesta de reforma fiscal.
“La imposición de un presupuesto balanceado por ley, va a transformar el sistema por completo. Hoy acudimos a los préstamos hasta para cubrir gastos corrientes, algo insólito para cualquier economista, pero demasiado común en el ejercicio de gobierno. Con la refinanciación de la deuda pública vamos a generar nuevas riquezas, para empezar a reducir significativamente la deuda externa. Con esto podremos evitar por completo la necesidad de esta reforma tan abusiva,” finalizó.