SANTO DOMINGO, RD.- ¿El gobierno recula o escucha? La Interrogante toma fuerzas tras el retiro del proyecto de modernización fiscal.
Y es que la decisión refresca diversas iniciativas impulsadas por el Poder Ejecutivo que han sido recogidas al chocar contra el muro del rechazo.
El proyecto de reforma fiscal que prometía mejorar las finanzas públicas es la primera iniciativa que sufre revés en el segundo gobierno de Luis Abinader.
Pero desde el 2020 la irritación colectiva ha tumbado el pulso cerca de una decena de propuestas del Gobierno.
El 9 de octubre de 2020 fue retirado a las 48 horas de haber sido presentado, el proyecto de Presupuesto y Gastos Públicos del 2021, el cual incluía impuestos a diversos servicios.
En octubre de 2021, la conversación rondaba acerca de si el presidente intentaría implementar una reforma fiscal para el año siguiente, finalmente el Gobierno se abstuvo de formalizar el plan de reforma fiscal debido al rechazo generalizado.
El 30 de enero del 2022 fue frenado el proyecto de Fideicomiso de la Termoeléctrica Punta Catalina, el cual fue enviado al Consejo Económico y Social para que recibiera opiniones de todos los sectores.
El 29 de junio de 2022, el Poder Ejecutivo retiró de la Cámara de Diputados el proyecto de ley contra la ciberdelincuencia, dos semanas después de haberlo presentado, ante la lluvia de críticas porque supuestamente limitaría la libertad de expresión.
El 30 de junio del 2022 la Superintendencia de Electricidad anunció que modificaría la disposición en la que se establecieron aumentos en las tarifas de transición y que junto con los apagones, se había convertido en el principal dolor de cabeza del gobierno.
Un torrente de indignación se sintió en febrero de 2023, el proyecto relativo a Explotación y Tráfico Ilícito de Migrantes sometido por el Poder Ejecutivo el cual pretendía autorizar la permanencia regular de las víctimas mediante permisos migratorios Abinader instruyó a retirarlo del Congreso.
La Dirección General de Migración tenía pautado comenzar a implementar la iniciativa de expendio de los carnets de “Habitante Fronterizo”, a los ciudadanos extranjeros que residen en zonas fronterizas, la medida nunca llegó a cumplirse debido al rechazo de la población.