Redacción.- La presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili, denunció hoy en el mitin de protesta convocado frente al Parlamento que las elecciones parlamentarias del pasado sábado fueron «robadas» por el gobernante partido Sueño Georgiano, y prometió el retorno de la nación caucásica «al camino europeo».
«No perdimos las elecciones, nos robaron los votos, nos robaron el futuro», declaró entre los gritos de aprobación de los manifestantes.
La oposición convocó el lunes a los georgianos a una multitudinaria manifestación frente a la sede del Legislativo, a la que acudieron cerca de 15.000 personas.
«Juro que seguiré junto a ustedes por el camino europeo hasta el final», añadió la presidenta.
La mandataria anunció a los presentes que había conversado con seis presidentes de otros países sobre la situación y «ninguno reconoció las elecciones» en las que ganó el oficialista Sueño Georgiano, al que la oposición y Occidente acusan de afinidad al Kremlin.
«Todos dicen que debemos investigar esto hasta el fin, probablemente con ayuda internacional», añadió Zurabishvili, que calificó el presunto robo de votos como un hecho «sin precedentes, único, masivo y sistemático».
La presidenta aseguró que se trató de «una operación especial, nos arrebataron la Constitución y el Parlamento».
Gueorgui Vashadze, uno de los líderes del bloque Unidad, integrado por el partido Movimiento Nacional Unido del encarcelado expresidente georgiano Mijaíl Saakashvili, y el partido Estrategia de Renacimiento, anunció que la oposición exige «celebrar nuevas elecciones bajo una administración internacional».
«Las elecciones fueron ilegítimas», sostuvo, al recalcar que «no nos sumaremos al Parlamento, retiraremos nuestras listas de la Comisión Electoral Central».
En la protesta participan los cuatro bloques opositores que obtuvieron escaños en el Parlamento: Coalición por los Cambios; Unidad; Georgia Fuerte y Gajaria por Georgia.
Los manifestantes comenzaron a congregarse frente al Parlamento alrededor de las 19.00 horas (15:00 GMT), mientras en el hotel Marriott Tiflis, cercano al lugar, estaban reunidos los líderes opositores.
Justo en ese momento al hotel llegó el primer ministro de Hungría, Víktor Orbán, quien visita Georgia para expresar su apoyo a Sueño Georgiano, que fue recibido con una lluvia de silbidos e improperios de los manifestantes que estaban concentrados en la calle.
La avenida Rustaveli, frente al Legislativo georgiano, estaba colmada de banderas georgianas y de la Unión Europea (UE), e incluso varias ucranianas.
A Zurabishvili y Vashadze les siguieron otros líderes de la oposición, que acusaron al Kremlin de haber manipulado las elecciones.
El mitin concluyó sin más incidentes y los manifestantes comenzaron a dispersarse. No se anunció fecha alguna para próximas protestas.
Tras el anuncio de la victoria de Sueño Georgiano, los cuatro bloques se negaron a reconocer los resultados de las elecciones y anunciaron su boicot al Parlamento.
Además, Zurabishvili se dirigió a la comunidad internacional en un llamamiento a «no reconocer las elecciones ilegítimas y el gobierno ilegítimo» y apoyar al pueblo de Georgia.
La UE, que congeló las negociaciones de ingreso con Georgia, ha llamado a las autoridades locales a investigar las presuntas «irregularidades» detectadas durante la votación y el escrutinio.
El Kremlin acusó hoy a fuerzas externas -en alusión a Estados Unidos y la UE- de intentar desestabilizar la situación en la nación caucásica al poner en cuestión la limpieza de los comicios.