Redacción. − Insultos, lanzamiento de objetos y barro. Esta ha sido la bienvenida que algunos vecinos de Paiporta, Valencia, han ofrecido a los reyes de España este domingo cuando realizaban su visita en esa localidad gravemente afectada por las inundaciones provocadas por la DANA.
“Nos hemos quedado sin nada”, gritaba uno de los vecinos del municipio en el perímetro de donde se estaba el rey Felipe VI, según las imágenes que muestras medios españoles.
Esta situación se ha desarrollado después de que los monarcas se acercaron al puesto de mando avanzado de la localidad para conocer la última hora de las tareas de rescate y recuperación de suministros básicos tras las graves inundaciones, de acuerdo con una publicación en redes sociales de la Casa Real.
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En esta oportunidad los reyes estuvieron acompañados por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón.
Después de posar para una foto, agunas personas empezaron a lanzar insultos contra el Rey y Mazón. La multitud se abalanzó sobre el rey, que intentó protegerse con un paraguas. Algunos de los asistentes gritaron “asesinos”.
Enfrentado a un residente, Felipe mantuvo la calma y bajó su paraguas para escuchar lo que decía mientras la policía luchaba por controlar a los congregados.
Se ha confirmado la muerte de al menos 211 personas a causa de las inundaciones, y la cifra podría aumentar. Una de las últimas víctimas mortales confirmadas es una mujer de 70 años cuyo cadáver fue encontrado a más de 12 kilómetros de su casa.
La lenta y descoordinada respuesta a la crisis ha enfurecido a muchos valencianos.
El sábado, Sánchez ordenó el envío de 5.000 soldados más para ayudar en las tareas de salvamento en las zonas inundadas y calificó la tormenta de “peor desastre natural” de la historia de la Comunidad Valenciana.
Sánchez respondió al enojo y la frustración por la lenta respuesta de las autoridades, admitiendo que “no es suficiente”.
“Lo sé. Sé que hay graves problemas y carencias”, dijo. “Que todavía hay servicios colapsados. Municipios sepultados por el barro. Gente desesperada buscando a sus familiares. Personas que no pueden acceder a sus casas. Viviendas destruidas y sepultadas por el barro. Sé que tenemos que hacerlo mejor y que tenemos que darlo todo”.