REDACCIÓN INTERNACIONAL.-La policía francesa arrestó a un hombre que retenía como rehenes a cuatro personas en un restaurante de las afueras de París y los liberó sin que se registraran heridos.
Una rápida acción de una unidad especial permitió poner fin al incidente apenas tres horas después de que comenzara hacia las 12.55 hora local (11.55 GMT).
El hombre, armado de un cuchillo y que amenazaba con suicidarse, se atrincheró en un restaurante de la localidad de Issy les Moulineaux, vecina a París.
El hombre, que sería hijo de la propietaria del restaurante, tenía antecedentes por uso de estupefacientes y hechos violentos relacionados, según indicó una fuente policial a la televisión pública francesa.
La misma fuente policial añadió que el hombre llamó esta mañana a su madre para decirle que necesitaba cocaína.
Las autoridades habían cortado la calle y desplazado un importante dispositivo policial, incluyendo una unidad especial de intervención, y de ambulancias.
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El hombre que amenazaba con suicidarse mantenía a cuatro rehenes en un restaurante.
La policía envió a un negociador para convencerlo de que desista.
Por otra parte, el pasado 28 de octubre, uno de los fugitivos más peligrosos de Francia y que contaba con una orden europea de detención y entrega por el asalto a una joyería con rehenes en Marsella fue capturado en Benissa (Alicante).
Según la Policía Nacional, este individuo ha sido identificado y localizado en Benissa en apenas 24 horas, a raíz de una investigación iniciada a través de la Oficina SIRENE.
El fugitivo contaba con conocimientos y adiestramiento militar, y era buscado por su presunta participación, junto a otros miembros de su organización criminal, en el asalto de una joyería en Marsella, donde utilizaron armas de fuego. Allí secuestraron y maniataron al joyero, a quien vendaron los ojos mientras le amenazaban diciéndole que tenían vínculos con una organización terrorista, todo con el fin de que se doblegara.
Finalmente, el grupo criminal se hizo con 28 relojes de lujo valorados en casi medio millón de euros, unos hechos por los que el ahora detenido se enfrenta a una petición de pena de 30 años de cárcel.