REDACCIÓN.- El equipo legal del músico y empresario Sean Diddy Combs denunció que las autoridades federales ingresaron de manera irregular a su celda en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn y decomisaron materiales con privilegio legal, incluyendo notas manuscritas relacionadas con su próxima defensa judicial.
Según documentos legales obtenidos por TMZ, el abogado de Diddy, Marc Agnifilo, reveló que los fiscales se encuentran en posesión de material protegido por el secreto profesional abogado-cliente.
Específicamente, las notas incautadas incluyen apuntes escritos a mano sobre testigos de defensa y estrategias procesales para el juicio programado en mayo.
Agnifilo argumentó que las autoridades ya han admitido tener estos documentos y que el procedimiento viola los derechos constitucionales de Diddy amparados en la Cuarta, Quinta y Sexta Enmiendas.
El abogado sostiene que las notas fueron entregadas directamente a los fiscales del caso, quienes presuntamente podrían haberlas utilizado en una presentación judicial para mantener a su cliente tras las rejas.
En los documentos, el representante legal calificó la acción como un “escandaloso proceder gubernamental que constituye una violación al debido proceso”.
Además, solicitó una audiencia inmediata para esclarecer varios puntos, entre ellos: quién autorizó el registro de la celda, quién determina qué materiales incautar, quién decidió entregarlos a la Fiscalía y por qué no se notificó a Sean Combs sobre la incautación.
Hasta el momento, las autoridades federales no han respondido a los señalamientos realizados por el equipo legal del músico, dejando en el aire las acusaciones sobre la presunta violación de derechos del procesado.
Recientemente, los fiscales acusaron al músico de violar sistemáticamente las normas carcelarias al contactar presuntamente a potenciales testigos de su próximo juicio por tráfico sexual.
Según la documentación judicial, Sean Diddy Combs ha realizado “esfuerzos incesantes” para “corromper el testimonio” utilizando cuentas telefónicas de otros reclusos y llamadas de tres vías para comunicarse con personas no autorizadas en su lista de contactos.
Los fiscales alegaron que una revisión de llamadas grabadas demuestra que Combs instruyó a su familia para contactar a potenciales testigos.
Como parte de estas estrategias, señalaron una publicación en Instagram de una mujer identificada como “testigo dos”, quien contradijo alegaciones de la cantante Dawn Richard en una demanda civil.
El Ministerio Público sugirió incluso que Diddy pagó a esta testigo después de que publicara su declaración, argumentando que el texto fue redactado mediante múltiples mensajes de texto y llamadas desde prisión.
Adicionalmente, los fiscales citaron un video publicado por los siete hijos de Combs el 5 de noviembre, donde saludaban a su padre durante una llamada telefónica, como parte de una estrategia de relaciones públicas para influir en el caso.
El Ministerio Público caracterizó estas acciones como un esquema “implacable” para contactar a potenciales testigos, incluidas presuntas víctimas que podrían ofrecer testimonios determinantes en su contra.
Sean Combs, de 55 años, mantiene su inocencia tras ser acusado de tres cargos de tráfico sexual y crimen organizado. Enfrenta simultáneamente más de dos docenas de demandas civiles por agresión sexual, violación y explotación sexual.
Sus abogados solicitaron libertad bajo fianza por USD 50 millones, argumentando que las condiciones carcelarias le impiden preparar adecuadamente su defensa. Sin embargo, los fiscales se opusieron, señalando que Diddy representa un riesgo significativo de manipulación de testigos.
Los problemas legales del músico comenzaron en noviembre pasado, cuando su expareja Cassandra Ventura presentó una demanda civil por presuntos incidentes de violación y agresión física entre 2007 y 2018.
La denuncia, rápidamente resuelta extrajudicialmente, desencadenó una serie de investigaciones federales que condujeron a su arresto en septiembre y los cargos actuales.
Un destacado abogado texano, Tony Buzbee, conocido por liderar más de 120 demandas contra Diddy, enfrenta ahora su propia batalla legal tras ser acusado por un individuo de alto perfil de intentar extorsionarlo con alegaciones fabricadas de agresión sexual.