SANTO DOMINGO, RD.- En la empobrecida comunidad del Batey Siria en San Pedro de Macorís, se respira un ambiente de tristeza, pero a la vez de indignación por la supuesta violación de una menor de tan solo 13 años por dos de sus profesores, y una muestra de ellos son los escombros los quemados neumáticos por los comunitarios exigiendo justicia.
En ese Batey se transmite sentimiento de nostalgia, el silencio invade, en las calles se ven muchos animales que caminan de un lado a otro, mientras los moradores en su mayoría permanecen dentro de sus casas susurrando entre un vecino y otro lo ocurrido.
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En la entrada de la localidad está la Escuela Básica Siria, con candados, los niños no están recibiendo docencia debido a que todo el personal está suspendido, pues la comunidad estaba negada a mandar sus hijos y que caigan en manos de los cuestionados profesores.
Una niña cuyo nombre se omite para protegerla, fue violada presuntamente por dos de quienes confiaban para educarla y esto ha cambiado la vida no solo de la familia que hoy está devastada, sino de los propios comunitarios.
Fue el sábado pasado cuando se destapó el escándalo, la estudiante supuestamente violada reveló a su familia que los dos profesores la acosaban constantemente y la obligaban a practicarle sexo oral en los baños del centro educativo. Confesó, también, que la obligaban a “hacer otras cosas” en la iglesia.
Mientras tanto sus verdugos siguen libres, una comunidad sin docencia y una familia devastada con sed de justicia.
Los comunitarios advierten que no solo protestarán en las calles, sino que paralizarán la avenida principal de San Pedro si no se hace justicia y no se cambia el personal docente.