Redacción. − La Alzheimer’s Association explicó que las primeras cosas que olvidan los pacientes con esta enfermedad son algunas palabras concretas o nombres, especialmente cuando se trata de alguien a quien acaban de conocer, así como lo que leen recientemente.
Sin embargo, la memoria a largo plazo, por el contrario, casi siempre permanece intacta. Esto se debe a que muchos de estos se encuentran almacenados en otras zonas del cerebro que aún no han sido afectadas por la enfermedad, como la amígdala. En el hipocampo, por el contrario, es donde se gestiona el almacenamiento de la información más reciente.
En la etapa media, que es la más prolongada de la enfermedad, será más evidente la dolencia que sufre la persona. El daño a las neuronas provocará que al enfermo le resulte más difícil expresar sus pensamientos, así como realizar tareas cotidianas. Además, los olvidos cada vez serán mayores y también podrán aparecer ciertos cambios bruscos de humor y comportamiento, así como momentos de confusión y cambios en los patrones de sueño.
Pese a que la degeneración cerebral no se puede detener, sí que hay formas de prevenir un deterioro en nuestras funciones cognitivas. La más evidente es hacer uso de las mismas, ya sea con procesos de aprendizaje o con otras actividades que estimulen y mantengan activo nuestro cerebro. Por otro lado, también se ha concluido que cuestiones como la nutrición, la socialización o el sueño son claves para una buena salud cerebral.
Ante cualquier sospecha de que alguien cercano puede padecer Alzheimer, es importante acudir a un especialista, que podrá valerse de diferentes métodos para confirmar un diagnóstico. Desde un test de memoria hasta un examen neuropsicológico, pasando por diferentes escáneres cerebrales o incluso una punción lumbar para identificar marcadores biológicos específicos de la enfermedad.