Washington.- El presidente Luis Abinader expresó que la permanencia en el poder de un presidente por un largo período de tiempo afecta la independencia y la separación de poderes y que la habilitación de la reelección presidencial indefinida es contraria a los principios de una democracia representativa.
El mandatario participó este jueves como orador en la vigésima séptima Conferencia Anual del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), donde reafirmó su compromiso con la democracia y el desarrollo sostenible.
Abinader dijo que en el centro de toda democracia auténtica reside un compromiso fundamental con la defensa de los derechos humanos, que no solo protegen la dignidad y la libertad de cada individuo, sino que también forman la base sobre la cual se sustenta la legitimidad del poder político.
“Las tensiones políticas y sociales desafían constantemente los cimientos democráticos por lo que debemos reafirmar nuestro compromiso con este principio, asegurando que las instituciones no solo sean democráticas en su forma, sino también en su esencia”, manifestó.
En ese orden, indicó que con la mirada puesta en el fortalecimiento de la democracia y los derechos humanos hace dos semanas presentó una reforma constitucional ante el Congreso dominicano, que busca consolidar el límite claro al tiempo permitido a un presidente para permanecer en el poder: dos períodos consecutivos y ¡nunca más!
Además, explicó, se propone una cláusula pétrea, para evitar una futura reforma constitucional que permita la entronización en el poder de un nuevo gobernante. Dicha cláusula tendrá el mismo estatus de los otros principios inamovibles consagrados por una norma constitucional que dispone categóricamente que nuestra forma de gobierno será siempre civil, republicano, democrático y representativo.
Sostuvo que se trata de una acción preventiva frente a cualquier intento por perpetuarse en el poder. En el pasado, esta ha sido una práctica desestabilizadora promovida por líderes políticos dispuestos a subordinar y sacrificar el bien común a sus ambiciones personales.
Expuso que otro aspecto de la reforma es el fortalecimiento de la independencia del Ministerio Público en la lucha contra la corrupción y la impunidad. Específicamente, que la designación del procurador general de la República no sea una facultad exclusiva del presidente de la República, sino una decisión conjunta con el consejo nacional de la magistratura, máximo órgano encargado de la designación de los jueces de las altas cortes.
El mandatario dominicano expresó que el alcance de esta reforma propone dejar un legado de mayor estabilidad política, y social a las futuras generaciones. “El pueblo dominicano me entregó, mediante su voto en las pasadas elecciones, la mayoría congresual más extensa en la historia de nuestra reciente democracia y mi respuesta a ese enorme compromiso y responsabilidad es limitar el poder al actual y futuros gobernantes. Estoy convencido que, al momento de ser juzgada en el futuro, esta reforma será vista como un paso decisivo para la consolidación de una democracia más fuerte y moderna”.
Dijo que la defensa de la democracia no se limita a mejorar los aspectos procedimentales. “Como ya dije, y como expresara en la cumbre por la democracia el presidente Joe Biden, debemos hacer todos los esfuerzos necesarios para que la democracia se traduzca en el bienestar concreto en la vida cotidiana de los ciudadanos”.
Para lograr lo anterior, expresó, la seguridad ciudadana sigue siendo uno de los grandes retos y es, además, un componente del Estado de derecho, esencial para garantizar la vigencia de los derechos humanos y, por lo tanto, un requisito sine qua non para el progreso y la estabilidad social.
Manifestó que este es un en un momento crucial para la democracia en América Latina y el Caribe y agregó que, en las últimas décadas, “hemos sido testigos de un preocupante deterioro en la calidad y el apoyo a los sistemas democráticos”.
“De acuerdo con la reconocida encuestadora Latinobarómetro, solo el 48% de los latinoamericanos apoyaba la democracia como sistema de gobierno en 2023, una alarmante caída de 15 puntos desde 2010 cuando registró 63%. El estudio también señala un aumento de la indiferencia hacia el sistema político que pasó de 16% en 2010 a 28% en 2023, y un ligero aumento del apoyo al autoritarismo que pasó de 14% a 17%”, expuso.
A juicio del mandatario, múltiples factores inciden en este declive, entre ellos, las secuelas de los frecuentes embates económicos globales desde finales de los años 90 y dijo que, otro factor igualmente importante al que apunta el estudio de Latinobarómetro es que los ciudadanos no perciben los beneficios tangibles de la democracia.
Expuso que la encuesta también destaca entre las grandes preocupaciones el personalismo, la corrupción y la permanencia en el poder más allá de las reglas, todo esto unido al auge de actitudes populistas y autoritarias en la gobernanza, además de la pérdida de confianza en los partidos políticos que son vistos como instrumentos que facilitan todo lo anterior.
“Frente a ese panorama, resulta imprescindible reflexionar sobre las tendencias que han contribuido a esta situación. Entre ellas, destaca la propensión a perpetuarse en el poder y la reelección indefinida, que en los últimos 30 años han ganado fuerza erosionando la democracia. El caso más reciente es el de Venezuela, que combina factores como la concentración del poder y la persecución de la oposición y los medios de comunicación”, indicó.
El presidente Abinader recordó que importantes órganos de derecho internacional han enfatizado que la reelección indefinida es incompatible con la democracia y que además no es un derecho humano fundamental, sino una modalidad de la contienda electoral. “La Comisión de Venecia emitió una opinión en 2018, manifestando que, en un régimen presidencial, los límites a la reelección presidencial deben considerarse necesarios para mantener el sistema democrático”.
Por su parte, apuntó, en su opinión consultiva número 28 de 2021 la Corte Interamericana de Derechos Humanos dictaminó que “la permanencia en el poder de un presidente por un largo período de tiempo afecta la independencia y la separación de poderes” y que “la habilitación de la reelección presidencial indefinida es contraria a los principios de una democracia representativa”.
“La historia nos ha enseñado que la alternancia en el poder es esencial para garantizar un ejercicio político responsable y genuinamente participativo. En esta misma línea, debemos reconocer que un principio esencial de la democracia es que el perdedor debe aceptar su derrota y ejercer una oposición leal y constructiva. De la misma forma, el ganador no debe avasallar ni doblegar al adversario”, dijo.
El jefe de Estado dominicano afirmó que la democracia no puede ser ejercida únicamente por y para los ganadores. “La mayoría debe garantizar el respeto y la inclusión de las minorías que gozan de iguales derechos y deben ser tratados con equidad y justicia”.
Entre los ciudadanos de una democracia, añadió, hay un vínculo horizontal que se refleja en el principio elemental de que cada voto tiene el mismo valor, por eso el vértice de la democracia es la elección libre, justa y transparente que expresa la voluntad soberana del pueblo. La confianza en el proceso electoral es clave para la cohesión política de una nación.
El presidente Abinader destacó que, para República Dominicana la seguridad es un pilar fundamental de la gobernabilidad y que, en los últimos años, han logrado reducir significativamente la tasa de homicidios, pasando de 13.2 por cada 100.000 habitantes en 2022 a 9.9 en 2024, hasta la fecha. “Este resultado no es fortuito: se debe a una estrategia integral que combina la aplicación rigurosa de la ley con la atención a las causas subyacentes al crimen”.
“Las amenazas a la seguridad trascienden las fronteras nacionales. El narcotráfico y el crimen organizado corrompen instituciones, generan migración y desestabilizan las economías. Dada la posición geográfica y estratégica, República Dominicana se encuentra en las rutas del tráfico de drogas, lo que nos ha obligado a redoblar la lucha contra ese flagelo”, señaló.
La efectividad de esos esfuerzos resaltó, queda evidenciada con las incautaciones de drogas logradas durante mi primera gestión que acaba de finalizar: incautamos 148,826 toneladas de drogas en cuatro años, más del doble que en los 16 años previos. El promedio anual de incautación de narcóticos fue de 38,160 toneladas, frente a solo 4,845 en los 16 años anteriores, es decir 8 veces más por año.
Reconoció que el narcotráfico no es una amenaza aislada; se interrelaciona peligrosamente con la crisis migratoria, facilitando la explotación de grupos vulnerables por poderosas redes criminales, incluyendo la trata de personas y que este ciclo de abuso y violencia afecta la paz social y también sobrecarga las instituciones, disminuyendo la capacidad de los Estados para garantizar la seguridad ciudadana.
“Reconocemos, sin embargo, que la prevención del crimen requiere una intervención profunda en las raíces causales de la delincuencia. Por ello, hemos invertido fuertemente en la educación y en la creación de oportunidades laborales para nuestros jóvenes. Este enfoque preventivo es indispensable para garantizar la seguridad y construir una sociedad más justa y equitativa”, apuntó.