República Dominicana.- El presidente de la República, Luis Abinader, en su discurso ante el 78° período de sesiones de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), tocó el tema sobre la situación que se está danto entre Haití y la República Dominicana, sobre la construcción de canal para desviar el agua del río Masacre.
Dijo que «no esperemos que la próxima advertencia sea crónica de una tragedia anunciada.«
El primer mandatario de la nación, también expresó que este momento, en que se marque un renacimiento de una determinación colectiva para forjar un futuro más seguro, inclusivo y sostenible para Haití y para todos.
Abinader, tras su alocución también manifestó que al observar la isla de La Española desde el espacio – ¡háganlo desde su celular a través de Google Earth! – se percibe una diferencia palpable y desgarradora: una mitad verde y floreciente corresponde a la República Dominicana, que ha priorizado la conservación y gestión sostenible de sus recursos naturales. La otra mitad, desprovista de esa rica cubierta forestal, refleja el dramático paisaje deforestado de Haití. Esta frontera natural no es solo una lección geográfica, sino un potente recordatorio de lo que le espera al mundo si continuamos ignorando las alarmas de la naturaleza.
«Haití hoy no solo sufre una tragedia medioambiental, sino también una inestabilidad política y social que puede convertirse en una amenaza para toda la región. No me es grato recordar el llamado que hice hace dos años atrás a esta Asamblea General, cuando dije: “Desde que este gobierno asumió el poder, hemos venido anunciando la posibilidad de que la situación haitiana pueda desbordar las fronteras de ese país, incidiendo como un factor de inseguridad en la región. De ahí la necesidad de que esta comunidad de naciones asuma de una vez y por todas, el tema haitiano como uno de altísima prioridad y de permanente seguimiento.” Destacó el presidente.
Destacó que hoy día se verifica la dura realidad de esa advertencia. Un pequeño grupo de particulares haitianos ha retomado la construcción de un canal de trasvase ilegal en territorio haitiano para extraer agua del río Dajabón en violación de los tratados fronterizos dominico-haitianos.
«La comunidad internacional debe conocer que el río Dajabón nace en Loma de Cabrera, y la mayor parte de sus 55 Km recorren nuestro territorio hasta desembocar en la Bahía de Manzanillo, en Montecristi. Solo 2 Km entran en territorio haitiano. En ese pequeño tramo del lado de Haití es donde están haciendo el canal. La información que disponemos indica que es una maniobra de control del agua por parte de una reducida elite económico-política para lucrarse con su venta a pequeños productores de la zona.» Expresó Abinader.
Por otra parte, dijo que la idea de ese proyecto nunca fue comunicada oficialmente al gobierno dominicano, ni se suministró documentación sobre su envergadura, su impacto ambiental y la identidad de sus beneficiarios finales. A pesar de la exigua información disponible, los análisis que hemos realizado demuestran que la obra pone en riesgo el acceso al agua de centenares de familias agricultoras dominicanas y haitianas aguas abajo de donde se construye el canal. Además, el proyecto pone en peligro de inundación tanto al parque industrial CODEVI, 300 metros aguas abajo del canal, y a sus 19 mil trabajadores haitianos, como también a una parte de los habitantes de las ciudades fronterizas de Dajabón y Juana Méndez, y como si fuera poco tendría efectos ecológicos nocivos, afectando la Laguna de Saladillo, uno de los principales humedales de República Dominicana.
Destacó que desde abril de 2021 su gobierno ha solicitado a las autoridades haitianas reiteradas veces, detener la construcción unilateral e ilegal de dicha obra. «El propio gobierno haitiano ha señalado que no se trata de una obra gubernamental, pero no la ha detenido producto de la debilidad institucional y la crisis de orden público y seguridad en ese país. La situación ya ha derivado en una delicada animosidad a ambos lados de la frontera.»
El presidente Abinader, expresó que ante el acto ilícito internacional, cometido por particulares en una parte del río que se encuentra en territorio haitiano, el gobierno dominicano se ha visto obligado a tomar medidas contundentes, como el cierre de la frontera con Haití, para garantizar la seguridad y el interés nacional, así como para proteger nuestros ríos, medio ambiente y producción agrícola.
«No tenemos, ni deseamos ni buscamos una confrontación con el pueblo haitiano, pero sí estamos enfrentando a los actores incontrolables que mantienen la inseguridad en Haití por sus intereses particulares, y que ahora conspiran también contra la estabilidad de su gobierno y la seguridad de los recursos hídricos.» Añadió el mandatario.
«Sin lugar a duda, el problema de Haití ya no está en Haití, está en manos de la comunidad internacional. Por esta razón respaldamos firmemente la postura responsable del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, expresada ayer desde esta misma tribuna y que nosotros vamos a repetir ahora: el Consejo de Seguridad tiene que autorizar de forma urgente la misión de seguridad respaldada por la ONU.»
En su discurso, también destacó que el Consejo de Seguridad ha aprobado tres importantes resoluciones, creando un régimen de sanciones, un esfuerzo para detener el flujo ilícito de armas y un llamado a la creación de una fuerza multinacional para asistir a la policía nacional haitiana como han solicitado el gobierno de ese país y el Secretario General de esta organización.
«Aplaudimos el importante gesto solidario de Kenia de liderar la fuerza multinacional y el de Jamaica y Bahamas de aportar efectivos. Aprovecho la ocasión para agradecer de forma particular al presidente de Kenia, Willian Ruto, por su solidaria y humanitaria disposición a liderar a través de esta misión la búsqueda de la paz y la estabilidad del pueblo haitiano. Además, urgimos a todos aquellos países que están considerando jugar un rol en este encomiable esfuerzo, a actuar con determinación.» Añadió el presidente.
El jefe de Estado, agregó que lo que ocurre en Haití es una ruptura del orden público por parte de elementos criminales sin ninguna reivindicación política o ideológica, por lo que acoger la solicitud de ayuda de las autoridades haitianas enviando una fuerza multinacional, es cónsono con el espíritu y la letra de la Carta de Naciones Unidas y del mandato de esta Organización acorde con el derecho internacional para garantizar la paz.
Asimismo, dijo «estamos todos conscientes que el proceso de pacificación en Haití debe asumirse junto a un pacto social y político. En ese sentido, encomiamos la noble gestión que viene desarrollando el grupo de personas eminentes de CARICOM para lograr un acuerdo político que permita la mayor legitimad posible para la aceptación de una fuerza multinacional y la celebración de elecciones justas, libres y transparentes. En ese particular quiero reconocer al primer ministro Andrew Holness de Jamaica por todos sus esfuerzos.»
Agradeció al Secretario General por su trabajo en atender la crisis, «le hacemos un llamado a redoblar sus esfuerzos por lograr el despliegue inmediato de la fuerza multinacional en Haití. Hacemos también un llamado al Consejo de Seguridad a aprobar dicha resolución, ¡Ahora! Porque el tiempo se agotó.»