Redacción Internacional.- La actriz Amanda Bynes ha sido ingresada de urgencia en un centro de salud mental después de que fuera encontrada deambulando sola, desorientada y desnuda por una peligrosa zona de Los Ángeles.
Tal y como ha informado el portal estadounidense TMZ, Bynes hizo parar a un coche y le dijo al conductor que estaba sufriendo un brote psicótico, por lo que llamó al 911 y poco después estaba en una comisaría cercana. Allí, un equipo de salud mental determinó que necesitaba ayuda psiquiátrica siguiendo el protocolo “detención psicológica 5150″.
Afortunadamente la actriz no sufrió daños mientras vagaba por las calles de la ciudad de las estrellas y ya se encuentra hospitalizada y recibiendo los pertinentes cuidados por parte de profesionales. Generalmente una retención psiquiátrica solo dura 72 horas, pero podría extenderse en caso de que los expertos así lo determinaran tras los nuevos análisis.
Hace casi un año que terminó la tutela de nueve años que había tenido Amanda a cargo de su madre. Ella fue su tutora legal desde 2013, un año en el que se hizo evidente que Bynes tenía problemas de salud mental.
Por aquel entonces fue diagnosticada con trastorno bipolar después de una serie de incidentes que provocaron su internamiento en una clínica. Entre ellos destaca el episodio en que prendió fuego a la entrada de la casa de su vecina envolviendo a su perro en llamas.
La actriz de Ella es el chico y Rumores y mentiras parecía estar mucho mejor desde que terminara la tutela de su madre, alejada del ruido mediático y enamorada de Paul Michael, pero este nuevo incidente ha provocado un nuevo internamiento.
Sus padres no se plantean otra tutela
El episodio que ha vivido Amanda Bynes en Los Ángeles no ha provocado que sus padres se planteen solicitar de nuevo la tutela. Lynn y Rick están muy preocupados por el bienestar y la salud de su hija, según desliza una fuente de su entorno para TMZ, pero por ahora no se plantean tomar medidas graves.
La actriz vive de manera independiente en su propia casa y está tomando clases de cosmetología, de manera que parecía que las cosas hasta ahora iban bien.
El consuelo de sus padres es que Amanda estaba lo suficientemente consciente como para reconocer que estaba en problemas y detener un coche para pedir ayuda. Además, llamó ella misma al 911.