Redacción.- En la operación antidrogas denominada Caimán, el Ministerio Público ha revelado la implicación de una mujer de 78 años y su hijo en una red de narcotráfico que operaba en la región Sur del país. Gloria Elena Cuevas, la señora señalada, presuntamente dirigía esta red junto a Elson Cuevas y Carlos Cuevas, su hijo.
Según las investigaciones, Carlos Cuevas fue secuestrado por individuos colombianos, aparentemente debido a un conflicto relacionado con el tráfico de drogas. Los secuestradores se comunicaron con Gloria para exigir un rescate, explicando que el secuestro estaba motivado por un presunto robo de drogas realizado por Carlos a la organización colombiana. Durante estas comunicaciones, Gloria mencionó tener fondos disponibles para el rescate.
Además, se informa que Gloria Cuevas habló con otra persona sobre la distribución de aproximadamente 10 pacas de drogas en una situación previa.
Las actividades delictivas de esta red de narcotráfico, según el Ministerio Público, se extendían desde las costas de Barahona hasta Pedernales, incluyendo varios distritos y culminando en la provincia Peravia, específicamente en Baní.
Durante el allanamiento realizado como parte de la operación Caimán, se incautó una pistola marca Glock en la residencia de Gloria, con un recibo de compra a su nombre. Esta arma, según las autoridades, estaría relacionada con las actividades ilícitas de narcotráfico.
El Ministerio Público ha solicitado que el caso sea considerado como complejo debido al número de implicados y la naturaleza del crimen organizado, requiriendo tiempo adicional para profundizar en la investigación.
La operación Caimán ha resultado en la detención de varias personas vinculadas al narcotráfico, así como la incautación de armas ilegales, vehículos, embarcaciones, dispositivos tecnológicos y otros elementos relacionados con estas actividades ilícitas.