REDACCIÓN. – El ex primer ministro de Haití, Ariel Henry, finalmente aceptó la renuncia de su cargo, anunció el presidente actual de la Comunidad del Caribe (Caricom), Mohamed Irfaan Ali, en una rueda de prensa tras una reunión en Jamaica para hablar sobre la crisis que se vive en este país.
El muy cuestionado político de 74 años se hizo un nombre en Haití gracias a su carrera profesional como neurólogo.
Después de estudiar medicina en la universidad francesa de Montpellier, dirigió el departamento de neurocirugía de uno de los hospitales privados más renombrados de Haití y ejerció como docente en las universidades estatales de Puerto Príncipe.
Su carrera política la inició en enero de 2015, cuando el presidente Michel Martelly lo nombró ministro del Interior, cargo que ocupó por menos de ocho meses.
Tras un cambio de gabinete, en septiembre de 2015 asumió la cartera de Asuntos Sociales y Trabajo durante algo más de seis meses, antes de dejar la escena política por más de cinco años.
En julio de 2021, volvió al gobierno de la mano del presidente Jovenel Moise, quien lo eligió como séptimo primer ministro de Haití.
Pero apenas dos días después de este nombramiento, el 7 de julio, Moise fue asesinado en su residencia particular por un comando armado integrado por ex soldados colombianos.
Tras dos semanas de incertidumbre y bajo la presión de embajadas extranjeras, Henry se instaló finalmente al frente de un gobierno que ya carecía de legitimidad.
La investigación del asesinato del presidente aumentó la desconfianza hacia su figura: la noche del asesinato, Henry mantuvo varios contactos telefónicos con uno de los principales sospechosos, Joseph Félix Badio.
El primer ministro se defendió asegurando que se está ante un “alboroto orquestado a nivel nacional e internacional”.
Mucho antes de la muerte del presidente Moise, las pandillas habían extendido su poder sobre el territorio haitiano, multiplicando robos, secuestros extorsivos, asesinatos. Hoy controlan gran parte de Puerto Príncipe.
Henry gobernaba desde su residencia oficial.
El 1 de enero, el ex primer ministro, se vio obligado a huir bajo una lluvia de disparos durante la ceremonia por el Día Nacional de Haití organizada en la ciudad de Gonaives, un hecho que él denunció como un “intento de asesinato”.
Henry tenía una agenda política similar a la del difunto Jovenel Moise, a saber, la organización de elecciones y la adopción de una nueva constitución.
Carente de base popular, su apoyo provenía de la comunidad internacional, que lo instaba, de todas maneras, a buscar un acuerdo con el conjunto de los partidos políticos.
El 7 de febrero debería haber sido el día del traspaso de la banda presidencial.
Pero Haití inició ese día, con Ariel Henry a la cabeza, el cuarto régimen de transición de su joven democracia, nacida tras la caída de la dictadura de los Duvalier, en 1986.
No obstante, las crecientes dudas sobre su posible participación en el ataque al presidente Moise debilitaban su ya precaria posición.