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Autopsias a dos víctimas del Bayesian revelan que no murieron ahogadas al hundirse el barco

REDACCIÓN.- Las primeras autopsias realizadas a dos de las siete víctimas mortales del supervelero Bayesian indican que murieron asfixiados al quedarse sin oxígeno en los camarotes y descartan traumatismos, mientras siguen las pesquisas de la Justicia italiana sobre el trágico hundimiento del yate.

Los primeros cuerpos examinados por el Instituto de Medicina Forense del Hospital Policlínico de Palermo fueron los del abogado Chris Morvillo y su esposa Neda, según informó la prensa local.

Los resultados de las autopsias y tomografías computarizadas que se les hicieron señalan que la causa de la muerte fue asfixia por ahogamiento durante el naufragio del velero el pasado 19 de agosto durante una tormenta, ante la costa de la localidad de Porticello.

Una fuente cercana a la investigación describió a The Guardian los fallecimientos como “muerte por atrapamiento”.

Confirmó la versión facilitada por los buzos de los bomberos y los guardacostas, que habían afirmado que los pasajeros atrapados en los camarotes probablemente habían intentado consumir el oxígeno de la burbuja de aire que se había formado al hundirse el barco.

Por eso, Morvillo y su esposa Neda “no tenían agua en los pulmones, la tráquea y el estómago”, dijo la fuente.

A falta de pruebas finales de laboratorio, los exámenes a los cuerpos descartaron la existencia de traumatismos, lo que alejaría la posibilidad de una posible muerte por otras circunstancias.

A pesar de los claros indicios de los primeros exámenes, la fuente añadió que “los resultados son aún provisionales, ya que se necesitarán exámenes histológicos de muestras tomadas de los cuerpos para determinar la causa de la muerte”.

Se espera que los próximos días continúen las autopsias del resto de muertos en la tragedia. Al parecer, el miércoles se realizaron las pruebas a los cuerpos del presidente del banco Morgan Stanley, Jonathan Bloomer, y de su mujer, Anne Elizabeth Judith.

También se espera obtener el visto bueno para hacer pronto las autopsias al resto de víctimas mortales, el magnate británico Mike Lynch, quién había organizado el viaje, su hija Hannah, y el cocinero del barco, Recaldo Thomas.

El marinero de guardia asegura que dio la alarma
Tras la tragedia, la Justicia italiana abrió una investigación y examinó las responsabilidades en el hundimiento a tres miembros de la tripulación: el capitán, James Cutfield, el oficial de máquinas, Tim Parker Eeaton, y uno de los marineros, Matthew Griffith.

Los tres están imputados por los mismos delitos, homicidio culposo múltiple y naufragio culposo. En el naufragio, más allá de los siete muertos, sobrevivieron 15 personas, la mayoría trabajadores de la tripulación.

La figura de Griffith cobró especial relevancia en los últimos días. El marinero estaba de guardia la noche que naufragó el yate y aseguró que dio la alarma y despertó al capitán.

“Vigilé toda la noche las condiciones meteorológicas, en particular el viento que llegó a 20 nudos [cerca de 40 km/h]. Entonces desperté inmediatamente al capitán que tomó el mando de las operaciones y dio la orden de despertar a todos los demás”, afirmó Griffith, según la agencia Ansa y varios diarios, que no citan su fuente.

Cutfield confirmó que el marinero le despertó y que dio la orden “de informar a los demás porque la situación no [le] gustaba”, según el diario Corriere della Sera.

Mike Lynch, de 59 años, un multimillonario hombre de negocios, celebraba con sus amigos, colaboradores y abogados, su absolución en junio en un juicio por fraude en Estados Unidos que podría haberle costado años de cárcel. La noche del naufragio a bordo del velero se celebró una fiesta durante varias horas.

En el naufragio, más allá de los siete muertos, sobrevivieron 15 personas, la mayoría trabajadores de la tripulación. El Bayesian, de 56 metros de eslora, era considerado “inhundible”, aunque un ex capitán del velero denunció problemáticas limitaciones estructurales de la embarcación.

El yate se hundió en cuestión de minutos tras el paso de una tromba marina a unos 700 metros del puerto de Porticello, cerca de Palermo.

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