ESPAÑA.- Una adorable niña ha sido apodada “Bebé Hulk” después de que una extraña enfermedad le hiciera nacer con pechos y brazos anormalmente grandes.
El valiente Armani Milby, Ahora tiene nueve meses y tuvo que nacer mediante cesárea de emergencia a las 33 semanas después de que le diagnosticaran una forma grave de linfangioma, que provoca crecimientos benignos en los vasos linfáticos.
Esta condición congénita extremadamente rara dejó a la niña con el pecho y los brazos hinchados, lo que, según su madre Chelsey, la hacía parecer una mini culturista, por lo que le puso el cariñoso apodo de “Mini Hulk”.
View this post on Instagram
Armani nació pesando 4,5 kg, tres veces más que el tamaño medio de un bebé en ese momento de la gestación, que suele rondar entre los 3 y los 5 kg.
Chelsey dijo que la gente pensaba que estaba esperando trillizos debido al tamaño de su barriga y que lloraba a diario porque le resultaba difícil moverse cuando alcanzó los 90 kg durante el embarazo.
La niña recibe el sobrenombre de Baby Hulk
Descubrieron que la pequeña padecía esta enfermedad luego de una ecografía realizada en la semana 17 de embarazo, en la que los médicos se preocuparon por la posibilidad de que tuviera líquido alrededor del corazón.
Dependiendo de la zona del cuerpo afectada, la linfangioma Puede causar problemas de salud graves, como problemas respiratorios o de visión. A pesar del sombrío pronóstico de los médicos, Chelsey siempre tuvo esperanzas para su hijo por nacer y, afortunadamente, Se cree que su enfermedad puede tratarse con cirugía.
“Cuando me enteré, la verdad, quedé devastada, desconsolada. No entendía qué había pasado, qué había salido mal, porque tenía otros dos bebés sanos y lloraba todos los días. Todos los días le preguntaba a Dios por qué”, dice la madre del niño.
Además, destaca que nunca consideraron abortar a pesar de que los médicos dijeron que ella no sobreviviría y que probablemente no lloraría cuando saliera.
A las 33 semanas, Chelsey tuvo que someterse a una cesárea para dar a luz a Armani, quien lloró inmediatamente y poco después pudo demostrar que los médicos estaban equivocados.
