Santo Domingo, RD – Cientos de bañistas dominicanos acudieron este Viernes Santo a las playas de Boca Chica y Guayacanes.
Desde tempranas horas de la mañana, dominicanos y turistas de diferentes nacionalidades buscan disfrutar del sol, las aguas, la arena, música, los famosos yaniqueques y lo que no se puede quedar: el pescado frito.
A pesar de que la Semana Santa es una fecha de celebración cristiana para recordar la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, muchos aprovechan estos días para disfrutar del asueto en otras zonas del país.
Tanto la playa de Boca Chica como la de Guayacanes lucían limpias, con sus aguas cristalinas y en algunas partes con algunos sargazos en la orilla.
Los visitantes pueden alquilar una mesa de cuatro sillas con sombrilla desde 600 pesos hasta 800 (dependiendo su consumo en comida y bebidas) y el trato con el vendedor, según explicó una de las personas que comparte junto a sus amigos en la playa de Boca Chica.
Muchos de los visitantes han aprovechado las aguas de estos balnearios para «coger una brisita por el calor» y salir de la rutina del día a día.
«Nosotros venimos todos los Viernes Santos por tradición ya para despejarnos un poco del ajetreo de la capital y la calor», manifestó uno de los bañista que disfruta junto a su familia del ambiente.
Para el señor Placencio Hernández, este año la playa de Boca Chica está en mejores condiciones que en años anteriores. Entiende que además de apreciar el limpio de las aguas, el ambiente se siente mucho más familiar y tranquilo.
Placencio precisó que disfrutar del sol y de las aguas de la playa «es un placer inmenso» que le gusta apreciar en días de asueto, especialmente en la Semana Mayor.
Algunos bañistas se quejan de los altos precios en la venta de pescados y de bebidas alcohólicas por lo que optaron por llevar los tradiciones platos dominicanos en las playas: moros, espagueti y pan.
«Esta gente están vendiendo carísimo y así no se puede, es mejor que uno traiga lo que va a consumir y ya porque le están dando duro a uno en los precios», indicó Juan Severino Uriel.
Cada uno de esos balnearios cuenta con una masiva asistencia de miembros del Centro de Operaciones y Emergencia (COE), agentes de la Policía Nacional, oficiales de búsqueda y rescate del Ejército, además los voluntarios de la Cruz Roja y la Defensa Civil que custodiaban las playas para controlar cualquier incidente y tratar de evitar ahogamientos y otros hechos lamentables.
De acuerdo con el director de Recursos Humanos de la Dirección Central de Policía de Turismo (Politur), coronel Álvarez, quien está supervisando los bañistas en la playa de Boca Chica, desde ayer todo ha transcurrido tranquilo. Ha observado este viernes una mayor asistencia de personas y está a la espera de que en el transcurso de la tarde lleguen más.
Para los vendedores de la playa de Boca Chica las ventas han estado «entre un sube y baja» ya que muchos de los bañistas prefieren llevar sus alimentos preparados de la casa.
Aunque indican que las bebidas alcohólicas han tenido buena salida de ventas desde el miércoles y esperan que mejore este viernes hasta el domingo con la llegada de más visitantes al lugar.
Mientras que algunos vendedores ubicados en las inmediaciones de Guayacanes ven las ventas «lentas» pero mantienen la esperanza de que en el transcurso del día pueda mejorar.