ESTADOS UNIDOS.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, rehusó este viernes hablar de la investigación judicial que hay contra su hijo Hunter, se limitó a decir que es un caso abierto y recordó que está en manos del Departamento de Justicia.
En la rueda de prensa celebrada en Camp David junto a los líderes de Japón y Corea del Sur, Fumio Kishida y Yoon Suk-yeol, Biden respondió por primera vez a una pregunta de la prensa relativa a su hijo, aunque para decir que no iba a hacer comentarios.
«No tengo nada que comentar sobre cualquier investigación que esté en marcha. Eso es algo que depende del Departamento de Justicia. Y es todo lo que tengo que decir», dijo Biden al ser preguntado por la asignación de un fiscal especial para investigar el caso de su hijo.
Hace una semana, el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, anunció el nombramiento de un fiscal especial para la investigación contra Hunter Biden.
El elegido es David Weiss, el fiscal federal de Delaware que ha liderado hasta ahora las pesquisas desarrolladas contra Hunter Biden: este jurista «supervisará la investigación y decidirá dónde, cuándo y si presentar cargos» y «no estará sujeto a la supervisión diaria de ningún funcionario del departamento», precisó Garland.
Hasta ahora, en el caso contra él en Delaware, Hunter Biden está acusado de no haber declarado correctamente sus impuestos en 2017 y 2018 y, además, se le ha imputado un delito relacionado con la posesión de un arma de fuego, que es ilegal cuando se trata de una persona con adicciones.
Una vez finalice su investigación como fiscal especial, ahora con más medios y con la posibilidad de hacer pesquisas en otros estados del país, Weiss tendrá la obligación de entregar a Garland un informe que explique las investigaciones y la petición de enjuiciar o no al hijo del mandatario.
Garland aseguró cuando anunció la designación de Weiss que la Fiscalía General de EE.UU. «está comprometida tanto con la independencia como con la rendición de cuentas en asuntos particularmente delicados».
En las últimas semanas se esperaba que Hunter Biden llegara a un acuerdo de culpabilidad con los fiscales federales, que acabó desmoronándose después de que la jueza encargada del caso y que tiene que dictar sentencia, Maryellen Noreika, nominada por Trump, expresara dudas sobre el mismo.
En virtud de ese acuerdo, el hijo del presidente hubiera podido evitar una imputación formal bajo ciertas condiciones, pero tras una vista llena de interrupciones y cambios Hunter Biden decidió no rubricar el pacto y declararse no culpable.