REDACCIÓN.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, rompió el silencio antes las continuas protestas pacíficas pro palestinas que se han estado llevando a cabo en distintas universidades de ese país por estudiantes que piden parar el conflicto en Gaza.
El mandatario manifestó que: “La protesta pacífica es una gran tradición estadounidense para responder a asuntos importantes. Pero no somos un país sin ley. Somos una sociedad civilizada y el orden debe prevalecer” expresó Biden en la rueda de prensa en el día de ayer.
El jefe de Estado dijo que hasta ahora había optado por mantenerse al margen de unas protestas que le ponen, en términos políticos, entre la espada y la pared.
Por un lado, las movilizaciones a favor de Gaza, contra la operación militar israelí y contra el apoyo de Estados Unidos a su gran socio en Oriente Próximo, amenazan con recortar todavía más el apoyo del electorado joven, donde Biden sufre mucho.
Por el otro, los desórdenes alimentan la narrativa de Donald Trump, su rival en las presidenciales de noviembre, y de sus aliados republicanos de que Biden es débil con la criminalidad y que su Gobierno permite el caos.
Biden intentó encontrar un punto medio en un tema que divide profundamente a Estados Unidos en plena campaña para las elecciones de noviembre y que su rival, el expresidente Donald Trump (2017-2021), quiere explotar para su propio beneficio.
“La protesta violenta no está protegida, la protesta pacífica sí”, enfatizó Biden, quien condenó explícitamente las acciones de algunos estudiantes, que caracterizó de “vandalismo” con “allanamientos, ventanas rotas y paralización de campus” con la cancelación de clases.
Al terminar su discurso, que solo duró tres minutos, Biden tomó dos breves preguntas de prensa y respondió “no” cuando un periodista le inquirió sobre si las protestas universitarias le habían hecho reconsiderar sus políticas hacia Israel, del que Washington es el mayor donante de ayuda militar.