Cadenas de suministro mundial en peligro por maniobras militares chinas cerca de Taiwán
-Las maniobras militares de China en torno a las concurridas rutas comerciales alrededor de Taiwán amenazan con interrumpir las cadenas de suministro mundiales, ya comprometidas por la pandemia de covid y la guerra en Ucrania.
Los referidos ejercicios en torno a la isla, los más importantes de la historia de China, son una respuesta a la visita que realizó a Taiwán el martes y el miércoles la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi.
Entre tanto, las maniobras tocan puntos de rutas comerciales entre las más transitadas del planeta y de una importancia crucial, ya que conectan con el mundo las fábricas de semiconductores y equipos electrónicos del Este de Asia y también se utilizan para el transporte de gas natural.
Con el fin de simular un «bloqueo» a Taiwán, incluyen «munición real y fuego de artillería de largo alcance», misiles que deben sobrevolar por primera vez la isla, según varios medios estatales.
Como medida de seguridad, la Administración de Seguridad Marítima china ha «prohibido» que los navíos entren en áreas afectadas.
En los primeros siete meses del año, casi la mitad de los portacontenedores del mundo pasaron por el Estrecho de Taiwán, según datos recopilados por Bloomberg.
«Dado que una gran parte de la flota de contenedores del mundo pasa por esta vía fluvial, el desvío (causado por las maniobras) conducirá inevitablemente a interrupciones en las cadenas de suministro globales», afirma James Char, investigador asociado de la Escuela de Estudios Internacionales S. Rajaratnam de Singapur.
Vuelos anulados
Las cadenas de suministro ya se habían visto gravemente afectadas por la pandemia y la guerra en Ucrania.
«El cierre de estas rutas de transporte -aunque sea temporalmente- tiene consecuencias no solo para Taiwán, sino también para los flujos comerciales vinculados a Japón y Corea del Sur», subraya en una nota Nick Marro, analista de Economist Intelligence Unit.
Lo mismo ocurre con las rutas aéreas: en los últimos dos días, se han cancelado más de 400 vuelos en los principales aeropuertos de Fujian, la provincia china más cercana a Taiwán. Las autoridades taiwanesas han advertido de que los simulacros interrumpirán 18 rutas aéreas internacionales que pasan por la zona.
En la Bolsa de Taiwán, el índice Taiex dedicado a las empresas de transporte aéreo y marítimo cayó el miércoles un 1.05 % tras haber perdido un 4.6 % de su valor desde el inicio de la semana.
Varias navieras contactadas por AFP señalaron que estaban esperando a ver el impacto de los ejercicios antes de cambiar sus rutas, mientras que otras no prevén modificaciones.
«No esperamos ningún impacto durante (este) período y no tenemos planes de desviar nuestros barcos», dijo Bonnie Huang, portavoz en China de Maersk, una de las compañías navieras más grandes del mundo.
«Bloquear la isla»
Durante la anterior crisis en el Estrecho de Taiwán en la década de 1990, los ejercicios militares chinos, incluido el lanzamiento de misiles en las aguas de la isla, duraron meses.
Esta vez, los chinos quieren «demostrar su determinación de una manera que va más allá de lo que hicieron en 1996», considera Bonnie Glasser, directora del programa de Asia en el American German Marshall Fund.
A su demostración de fuerza militar, China podría sumar ciberataques, y ya ha comenzado a aplicar sanciones comerciales.
Pero dado que la economía de la potencia asiática ya sufre las restricciones sanitarias aplicadas desde 2020, es poco probable que Pekín apueste por un bloqueo comercial importante, señalan los analistas.
«Cerrar todo el tráfico dentro del estrecho durante un largo período de tiempo dañaría la economía china», observa James Char.
«Dada la espectacular expansión de sus capacidades aéreas y marítimas en los últimos años, lo más probable es que China tenga la capacidad de imponer un bloqueo aéreo y marítimo a Taiwán», cree Thomas Shugart, experto en innovación militar del Centro para la Nueva Seguridad Estadounidense, en Washington.
Para Shugart, la decisión final de Pekín depende de los riesgos políticos y económicos que el gobierno esté dispuesto a asumir para hacerlo.