Dajabón, República Dominicana.- A ocho días de que el Gobierno dominicano dispusiera el cierre del paso fronterizo con Haití en demanda de que se detenga la excavación de un canal para desviar el agua del río Masacre a territorio haitiano, la situación en la zona de Dajabón se caracteriza por la calma relativa.
Soldados del Cuerpo Especializado en Seguridad Fronteriza Terrestre (Cesfront) mantienen una presencia vigilante en la línea limítrofe para evitar el ingreso de ciudadanos haitianos a territorio dominicano. Simultáneamente, tropas del Ejército de la República Dominicana (ERD) realizan patrullajes en Dajabón.
A pesar de la tensión fronteriza y el cierre del paso, el comercio en el corazón de la ciudad sigue operando, aunque con una disminución notable en la afluencia de compradores. Residentes locales consultados han destacado que desde que se implementó el cierre, todas las actividades comerciales han experimentado una notable disminución.
Dajabón depende significativamente de la economía generada por ciudadanos haitianos, quienes visitan la zona para abastecerse de productos alimenticios y combustible. Asimismo, cruzan la frontera para vender diversos productos a los dominicanos, incluyendo ropa usada y electrodomésticos.
De acuerdo a datos oficiales del ayuntamiento de Dajabón, el intercambio comercial entre haitianos y dominicanos en las ferias semanales genera más de 100 millones de pesos dominicanos.
El comerciante Abigail Bueno ha expresado que las pérdidas comerciales son significativas debido al deterioro de mercancías perecederas que estaban destinadas a ciudadanos haitianos en el mercado binacional. Sin embargo, Bueno subraya que la estabilidad del país está por encima de los intereses económicos y espera que la situación se resuelva de manera pacífica.
En un intento por aliviar el impacto económico, las autoridades del Ministerio de Agricultura han mantenido reuniones con representantes del sector comercio del mercado binacional para evaluar los alimentos almacenados y buscar alternativas para poner esos productos en el mercado nacional a través del Instituto de Estabilización de Precios (Inespre). La gobernadora provincial, Rosalba Peña, también ha participado en estas discusiones.
La calma relativa en Dajabón es un indicador importante en medio de la actual tensión fronteriza, y se espera que las autoridades continúen buscando soluciones diplomáticas para resolver este conflicto y permitir que las actividades comerciales vuelvan a la normalidad en la zona.