Redacción. − Camilo y Evaluna compartieron recientemente los detalles del tenso momento que vivieron en el nacimiento de su segunda hija, Amaranto. En agosto, la pareja de cantantes dio la bienvenida a su bebé y en redes sociales celebraron el acontecimiento.
Meses después del parto, los artistas decidieron relatar lo que realmente sucedió esa noche, revelando una experiencia llena de nervios y emoción que contrastó fuertemente con la imagen serena que habían proyectado.
“Amaranto. Todas las ranas salieron a cantarte tu bienvenida. Niña de terciopelo dorado. Papá te atrapó y pintaste sus manos para siempre. Soberana de la media noche. Bienvenida”, escribió Camilo en su cuenta de Instagram, acompañando la publicación con imágenes del nacimiento. Sin embargo, tiempo después, Evaluna y él revelaron cómo fue esa noche mágica.
Todo comenzó cuando ella sintió que el parto estaba cerca. “Cuando empecé a sospechar que es vez sí era en serio, le dije a Camilo que empezáramos a hacer una torta –como hicimos con Indi– para poder cantarle el cumpleaños, el día que nace”, recordó la artista. La pareja había decidido repetir una tradición familiar para recibir al nuevo miembro, manteniendo una atmósfera de calma y alegría.
Sin embargo, la situación pronto cambió. Evaluna comenzó a sentir una intensa necesidad de pujar y, aunque intentó mantenerse tranquila, confesó que en ese momento comenzaron sus nervios. Al ver a su esposa en esa situación, Camilo comenzó a preocuparse tal como lo manifestó en el relato. “Evaluna me dice ‘tengo muchas ganas de empujar’ y de repente veo dos chorritos de sangre por las piernas de ella y ahí fue que me asusté y tuve que llamar a Dana otra vez”, explicó el cantante, quien ante la imagen llamó con urgencia a la partera que los acompañaba.
Cuando la mujer llegó, lo encaró directamente a Camilo: “¿Estás listo para recibir a tu bebé?”. En ese momento, el cantante recordó que habían hablado de que él mismo recibiría a Amaranto, pero en ese instante de confusión se le había borrado de la mente: “Estaba muerto de susto, se me había olvidado por completo que yo quería recibir a mi hija”. La tensión del momento lo sobrepasaba, pero rápidamente trató de prepararse para el papel que había imaginado.
La situación se volvió tan intensa que no lograron cumplir uno de sus deseos: que sus familiares estuvieran presentes para el nacimiento. Camilo intentó avisar al clan y le preguntó a Dana cuánto tiempo quedaba para que pudieran llegar. La partera le respondió que en cinco minutos. Pero antes de que pudiera hacer el aviso, la niña les ganó de mano. “En menos de un segundo, nació Amaranto”, relató Camilo. El parto fue tan veloz que nadie más pudo presenciarlo. “Fue tan rápido que se lo perdió todo el mundo: Índigo que quería estar, mis papás, los papás de Evaluna… toda la familia”, explicó el colombiano con cierto asombro por la velocidad del nacimiento.
Lo que se presagiaba como un evento multitudinario terminó siendo un momento íntimo y profundo: “Solo lo vivimos Amaranto, Evaluna, nuestra partera, y yo”, afirmó Camilo. Después del nacimiento, el artista describió la experiencia como algo irreal. “Mis manos estaban llenas de sangre y yo las miraba y no lo podía creer”, recordó el cantante y cerró: “Buscamos una cubierta de las sábanas para que queden inmortalizadas, llenas de sangre de la noche más increíble, escalofriante, mágica, y fantástica de la historia de nuestras vidas”.