Camión con colorante tiñe lago de azul y deja a cientos de peces muertos
El vehículo derramó cinco tanques de 1.000 litros de colorante; tres impactaron en una transitada autopista, generando caos y tiñendo fachadas, mientras que dos se vaciaron en el lago.
REDACCIÓN.- Como sacado de un lienzo abstracto, el paisaje del Jardín Botánico de Jundiaí, cerca de San Pablo, Brasil, cambió drásticamente. Desde hace dos días, el Lago de las Tulipas y sus habitantes están pintados de un vibrante azul eléctrico, consecuencia directa del choque de un camión.
El vehículo derramó cinco tanques de 1.000 litros de colorante; tres impactaron en una transitada autopista, generando caos y tiñendo fachadas, mientras que dos se vaciaron en el lago.
La fauna fue la más afectada visualmente: patos y gansos ahora son de un impactante color cerúleo, y los peces, según la ONG Mata Ciliar, murieron al instante por el químico en el agua.
La sustancia provocó una caída abrupta del pH del agua, letal para la vida acuática. Los cadáveres de los peces teñidos de azul se acumulan en las orillas, atrayendo a las aves que buscan alimento.
Aunque las autoridades de Defensa Civil, encabezadas por el coronel João Gimenez, manifestaron un relativo optimismo al señalar que el colorante es a base de ácido acético (un compuesto orgánico menos tóxico que otros químicos, como el combustible derramado en un incidente similar en 2019), la dimensión real del daño es difícil de cuantificar.
Bellix de Campos advierte que «hay que observar», ya que se desconoce el impacto de la ingestión del agua contaminada en la delicada salud gastrointestinal de las aves.
Además de la mortandad de peces, el tinte ha generado impactos invisibles, como la probable muerte de microorganismos, sapos y ranas, y posibles alteraciones en la flora acuática, haciendo muy complejo medir la totalidad de las consecuencias ambientales.
La mancha azul no se ha limitado al jardín botánico; los 2.000 litros derramados se han extendido y han llegado a un municipio vecino. Afortunadamente, los residentes de esa área no utilizan el agua del lago para consumo.
Mientras tanto, los trabajos de desinfección y monitoreo continúan. Se realizan pruebas constantes para evaluar la calidad del agua, con la esperanza de que el Lago de las Tulipas y su entorno recuperen su color y equilibrio natural en aproximadamente una semana, dejando atrás la extraña y preocupante postal azul.