SANTO DOMINGO.- El canciller dominicano Roberto Álvarez se encuentra en Washington para asistir a la asamblea general de la Organización de Estados Americanos (OEA), donde expondrá las posiciones del gobierno dominicano sobre diversos temas de interés para la región de las Américas. El Ministerio de Relaciones Exteriores dominicano informó que Álvarez abordará asuntos como la situación en Haití, la crisis en Nicaragua, el financiamiento para hacer frente al cambio climático y el programa-presupuesto de la organización para el año 2024.
La 53ª asamblea de la OEA se llevará a cabo del 21 al 23 de junio en la capital de Estados Unidos, bajo el tema «Fortalecimiento de una cultura de responsabilidad democrática con promoción, protección e igualdad de los derechos humanos en las Américas«.
Durante su participación en el evento, el canciller dominicano tiene previsto llevar a cabo una intensa jornada de trabajo, que incluirá reuniones bilaterales con sus homólogos de la región y con Brian A. Nichols, subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, entre otros funcionarios. Además, Álvarez asistirá a las reuniones ministeriales del Grupo de Revisión de la Implementación de Cumbres (GRIC) y del Grupo de Trabajo sobre Haití.
Asimismo, el canciller participará en eventos paralelos organizados por el Diálogo Interamericano y actuará como anfitrión de un acto de entrega de la digitalización de gran parte del archivo histórico de las sesiones del Consejo Permanente de la OEA. Este evento será organizado por la Misión Permanente de la República Dominicana ante la OEA y se llevará a cabo en la Biblioteca Colón, en Washington.
Roberto Álvarez estará acompañado en esta importante cita por el viceministro de Política Exterior Multilateral, Rubén Silié; el representante permanente de la República Dominicana ante la OEA, Josué Fiallo; y la embajadora dominicana en Estados Unidos, Sonia Guzmán, junto a sus respectivos equipos.
La participación del canciller dominicano en la asamblea general de la OEA demuestra el compromiso de la República Dominicana con el fortalecimiento de la democracia, la protección de los derechos humanos y el impulso de soluciones a los desafíos que enfrenta la región de las Américas.