REDACCIÓN.- China anunció este viernes nuevas sanciones contra tres empresas estadounidenses del sector de la Defensa por la venta de armas del país norteamericano a Taiwán.
En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores indicó que las ventas «dañan gravemente la soberanía y los intereses de seguridad» del país asiático.
Las empresas sancionadas son Edge Autonomy Operations, Huntington Ingalls Industries y Skydio.
Las sanciones consisten en la congelación de las propiedades de esas firmas en China y la prohibición de que tanto organizaciones como ciudadanos en el país asiático lleven a cabo transacciones o cooperen con ellas.
Asimismo, China sancionó a diez directivos de otras empresas de Defensa a quienes prohibirá su entrada en el país.
El pasado septiembre, ya sancionó a nueve empresas estadounidenses de Defensa después de que el Departamento de Estado de Estados Unidos aprobase la posible venta de repuestos militares a Taiwán por un valor estimado de 228 millones de dólares (unos 204 millones de euros), según fuentes oficiales taiwanesas.
En Washington, la Agencia de Cooperación para la Seguridad de la Defensa (DSCA) detalló que la Oficina de Representación de Taiwán en EEUU solicitó la «compra de retorno, reparación y reenvío de repuestos clasificados y no clasificados para aeronaves y equipo relacionado», así como «servicios de apoyo de ingeniería, técnicos y logísticos» por parte de Washington y contratistas estadounidenses.
China también anunció a finales de junio de este año sanciones a varias empresas del grupo Lockheed Martin y a sus directivos después de que EEUU aprobase la venta del mencionado sistema de drones de combate y los misiles merodeadores, asegurando que la cuestión de Taiwán es «la línea roja» entre Washington y Pekín.
En mayo de 2024, Pekín también sancionó a otras doce empresas militares estadounidenses y a altos directivos por el mismo motivo y en respuesta a las sanciones que impuso Washington a entidades chinas a cuenta de la guerra en Ucrania, algo que, según Pekín, «violó los derechos legítimos de instituciones e individuos chinos».
Taiwán -adonde se retiró el Ejército nacionalista chino tras la derrota a manos de las tropas comunistas en la guerra civil (1927-1949)- se ha gobernado de manera autónoma desde el fin de la contienda, aunque China reclama la soberanía sobre la isla, a la que considera una provincia rebelde para cuya «reunificación» no ha descartado el uso de la fuerza.
La cuestión taiwanesa es uno de los principales puntos de fricción entre Pekín y Washington, ya que EE.UU. es el principal suministrador de armas de Taipéi y podría defender a la isla en caso de conflicto.