Las cebollas son un vegetal nutritivo y saludable. Entre los beneficios que puede ofrecer su consumo está el favorecer la salud del corazón.
Desde la antigüedad, las cebollas se han usado con fines medicinales, como para tratar dolores de cabeza, enfermedades del corazón y llagas en la boca.
Según datos del USDA, una taza de cebolla tiene 64 calorías, 1.8 g de proteína y 2.7 g de fibra. Entre las vitaminas y minerales que aporta se incluyen: vitamina C (13% del valor diario), vitamina B6 (11% VD), folato (8%) tiamina (6% VD), manganeso (9% VD), y cobre (7% VD).
Las cebollas fomentan un corazón sano de varias maneras. Contienen compuestos que combaten la inflamación que pueden ayudar a reducir la presión arterial alta y proteger contra los coágulos sanguíneos; disminuyen los triglicéridos y reducen los niveles de colesterol.
Las cebollas son ricas en flavonoides y en compuestos azufrados. Uno de los compuestos antioxidantes beneficiosos de la cebolla es un flavonoide llamado quercetina.
Este estudio de 2015, publicado en el British Journal of Nutrition, concluyó que la suplementación con 162 mg/día de quercetina del extracto de piel de cebolla reduce la presión arterial en personas con hipertensión.
Las cebollas rojas son ricas en antocianinas, pigmentos vegetales de la familia de los flavonoides. La alta ingesta de antocianinas se ha asociado con menor riesgo de enfermedades cardíacas y eventos cardiovasculares.
La razón por la cual las cebollas tienen un sabor y un olor tan intenso se debe a sus compuestos de azufre. Los compuestos orgánicos de azufre ayudan a reducir el nivel de colesterol. El colesterol alto puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
Otros posibles beneficios de la cebolla
Comer cebolla también puede ayudar a reducir el azúcar en sangre. La quercetina y los compuestos de azufre tienen efectos antidiabéticos, promueven la producción de insulina.