Redacción.- Durante las olas de calor, no solo las personas y el ambiente externo sufren las consecuencias de las altas temperaturas, sino también los electrodomésticos.
Estos dispositivos, fundamentales en la vida cotidiana para garantizar el confort y la funcionalidad del hogar, pueden experimentar un calentamiento adicional y estar sujetos a daños debido al intenso calor.
La sobrecarga de trabajo para mantener su rendimiento en condiciones extremas puede derivar en averías o en una disminución de la eficiencia. En este contexto, es crucial adoptar medidas preventivas y comprender cómo el calor afecta a estos dispositivos para asegurar su durabilidad y correcto funcionamiento.
Cómo cuidar los electrodomésticos
Según expertos de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Carnegie Mellon, hay diversas estrategias para preservar los dispositivos electrónicos durante épocas de calor intenso. Aquí se presentan algunas de sus recomendaciones:
- Evitar cargar el dispositivo por encima del 60-80% de su capacidad total. Los expertos indican que cargar completamente la batería implica un mayor voltaje, lo cual puede resultar en fuga térmica y daños significativos al dispositivo.
- Asegurar una adecuada ventilación. Es crucial que los dispositivos se encuentren en lugares con un flujo de aire apropiado para evitar el sobrecalentamiento, dado que la temperatura ambiental puede influir directamente en ellos.
- Evitar la exposición directa a la luz solar. La exposición al sol puede deteriorar gravemente los dispositivos; por ello, es recomendable utilizarlos en áreas sombreadas y limitar su uso tanto como sea posible.
- No dejar dispositivos electrónicos dentro del automóvil. Dejar los dispositivos en un coche, especialmente si no está a la sombra, puede conducir a un sobrecalentamiento debido a la acumulación de calor.
- Planificar los viajes en vehículos eléctricos teniendo en cuenta el calor extremo. Las baterías de estos vehículos tendrán un alcance reducido en condiciones de calor intenso, por lo que es importante ajustar los planes de viaje.
- Desconectar los cargadores cuando no se utilicen. A menudo denominados “vampiros de energía”, absorben electricidad incluso sin estar en uso, pudiendo sobrecargar la red eléctrica especialmente bajo altas temperaturas.
- Disminuir el brillo de la pantalla o usar el modo oscuro. Reducir el brillo ayuda a conservar la batería y evita el calentamiento adicional del dispositivo. Alternativamente, trabajar en modo oscuro puede disminuir la emisión de luz de la pantalla y mantener el dispositivo más fresco.
Implementar estas sugerencias puede hacer una gran diferencia en la duración y eficiencia de tus dispositivos electrónicos durante una ola de calor.
Primero, la mayoría de estos aparatos están diseñados para operar dentro de un rango de temperatura ambiente específico. Cuando las temperaturas exceden este rango, los dispositivos pueden sobrecalentarse, lo que afecta su eficiencia y puede provocar fallos o daños en sus componentes internos.
En segundo lugar, el calor extremo incrementa la demanda de ciertos electrodomésticos, como refrigeradores y aires acondicionados, obligándolos a trabajar más intensamente y durante períodos más prolongados para mantener la temperatura deseada.
Este esfuerzo adicional no solo aumenta el consumo de energía, sino que también puede llevar al desgaste prematuro de sus partes, acortando su vida útil.
Además, las olas de calor a menudo vienen acompañadas de fluctuaciones en el suministro eléctrico debido al aumento del consumo general de energía, lo que puede provocar picos de voltaje que dañan los electrodomésticos.
Estas fluctuaciones pueden afectar especialmente a aquellos dispositivos que no están equipados con protección contra sobretensiones.
Finalmente, el entorno en el que operan estos dispositivos durante una ola de calor, como una cocina o un garaje sin ventilación, puede acumular aún más calor, aumentando los efectos del sobrecalentamiento y el riesgo de fallos en su funcionamiento.