Redacción. ― La explosión de las baterías de los celulares es un fenómeno poco común, pero no por eso menos alarmante. Este tipo de incidente ha generado preocupación tanto en usuarios como en fabricantes de dispositivos móviles, especialmente por algunos casos reportados en los últimos años.
Las baterías de iones de litio, que son las más usuales en los smartphones, tienen una alta capacidad de almacenamiento de energía, lo que las hace eficientes, pero también potencialmente peligrosas si no se utilizan de manera adecuada.
Un estudio reciente realizado por la Universidad de Michigan señala que las principales causas de explosiones en baterías son: los defectos de fabricación, sobrecarga, daños físicos y la exposición a temperaturas extremas. Puede que los defectos de fábrica sean raros, pero los otros factores pueden ser evitados con buenas prácticas de carga.
Uno de los principales errores que cometen los usuarios es dejar el celular cargando por largos períodos sin necesidad. A pesar de que los smartphones modernos cuentan con sistemas de protección contra la sobrecarga, la exposición prolongada al calor generado durante la carga puede dañar la batería.
Asimismo, las baterías están diseñadas para funcionar con los cargadores específicos de cada dispositivo. Así que, los cargadores genéricos o no certificados pueden no estar calibrados adecuadamente, lo que aumenta el riesgo de sobrecalentamiento de la batería.
Por su parte, las baterías de iones de litio no toleran bien el calor extremo. Según un estudio del Massachusetts Institute of Technology (MIT), cargar un dispositivo bajo temperaturas muy altas (más de 35 °C) puede aumentar drásticamente la probabilidad de un fallo. Lo mismo ocurre en condiciones de frío extremo.
Además, las baterías pueden dañarse con impactos o perforaciones. Expertos sugieren que las baterías que han sufrido golpes fuertes o muestran abultamientos deben ser reemplazadas inmediatamente, estos son signos de que su estructura interna ha sido comprometida.