San Cristobal.- El Primer Tribunal Colegiado de este distrito judicial condenó a cinco años de prisión a un agente penitenciario y a un hombre que intentaron introducir sustancias ilegales al Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo Hombres.
El tribunal, integrado por las juezas Rosa Mateo, Ana Inés Susana y Chadalis Rosario, dictó la sentencia en contra de Elías David Escanio Soriano y Francis de los Santos Morbán.
El Ministerio Público, representado por el fiscal Daryl Montes de Oca, demostró ante el tribunal que los hoy procesados, con sus acciones, violaron las normas establecidas en los artículos 8, 32, 33, 121, 166, 167, 177, 178, 179, 265 y 266 del Código Penal Dominicano.
Al igual que los artículos 5, literal A; 6, literal A; 60 y 75, de la Ley 50-88; así como también el artículo 146.1, 4 de la Constitución; los artículos 1.2 y 4.1 y 2 de la Convención Interamericana contra la Corrupción Administrativa; y las disposiciones establecidas en los artículos 83 y 86 de la Ley 631-16 para el Control y Regulación de Armas, Municiones y Materiales Relacionados.
Descubrimiento
La ejecución delictiva fue descubierta en diciembre del año 2020, cuando en su condición de subdirector de seguridad, Escanio Soriano, se combinó con De los Santos Morbán, e intentaron introducir al centro penitenciario un kilo punto un gramo de cocaína y de una libra y treinta y seis gramos de marihuana, destinadas a un convicto y acusado, identificado como Adrián Cordero Ramírez.
En la detención también fueron retenidos diversos dispositivos electrónicos, entre ellos celulares de diferentes marcas.
Modus operandi
La operación delictiva consistía en que De los Santos Morbán se presentaría en el centro correccional en horario de la tarde, cuando Escanio Soriano estuviera presente para evitar los protocolos de seguridad.
El agente penitenciario recibiría el paquete que a su vez tendría en una caja de zapatos las sustancias controladas, los dispositivos electrónicos y demás accesorios que iban a entrar clandestinamente.
Escanio Soriano, indicó a su cómplice, que en caso de que no estuviera allí, que explicara a los custodios que el paquete estaba dirigido a él, pensando que de esta manera evitaría ser descubierto.