REDACCIÓN INTERNACIONAL.- El conservador Partido Republicano de Chile partidario a mantener la carta fundamental legada por la dictadura militar impuso el domingo a un pacto derechista y a la centroizquierda, y se quedó con la mayoría de los redactores de una nueva Constitución.
En las elecciones del domingo se disputaron 50 escaños y los republicanos obtuvieron 22, una cifra que les da poder de veto a las propuestas en el Consejo Constitucional.
El bloque izquierdista alcanzó 17 y la centroderecha 11, de acuerdo con el 99,4% de los votos escrutados por el autónomo Servicio Electoral. El pacto de la centroizquierda no logró ningún escaño.
En cuanto al caudal de votos, los republicanos obtuvieron el 35,42% de los sufragios, el pacto izquierdista Unidad para Chile la coalición izquierdista más cercana al presidente Gabriel Boric 28,57% y la centroderecha 21%. Los nulos y blancos bordean el 20%.
En los comicios, que fueron de participación obligatoria, votaron 12,7 millones de electores, un 84,4% de los 15 millones de votantes.
El excandidato presidencial José Antonio Kast, fundador en 2019 del Partido Republicano, declaró que “nos han elegido por nuestro compromiso y coherencia y porque compartimos” los problemas del electorado.
Se trata del segundo intento constituyente en Chile para reemplazar la carta magna impuesta por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), luego de que los votantes rechazaran abrumadoramente una propuesta para una nueva Constitución en un plebiscito en septiembre.
El presidente Boric, en un discurso al país, llamó al Partido Republicano a “no cometer los mismos errores que cometimos nosotros”, en alusión al control que la izquierda tuvo en la anterior convención, en la que marginó a la derecha política que estaba en el poder.
El analista Juan Espinoza, de la Universidad Diego Portales, señaló que si los republicanos y la centroderecha establecen una alianza en el Consejo Constitucional, “podrán escribir sin contrapeso alguno la propuesta de nueva Constitución”.
Mientras que el analista político Claudio Fuentes, del mismo centro académico, indicó que “se está dando un escenario más polarizado que hará este proceso más complejo”, en alusión al Partido Republicano y al izquierdista Frente Amplio.
La segunda fuerza política chilena al interior del Consejo será Unidad para Chile, formada por el Partido Comunista y el Frente Amplio, integrado entre otros por el partido de Boric, aunque no podrá vetar normas propuestas.
En esta elección el pacto o partido que obtenía 30 de los 50 redactores habría tenido en sus manos la redacción de la nueva Constitución sin tener que negociar con otras fuerzas, mientras que 21 cupos daba poder de veto y peso para presionar por la búsqueda de consensos.
El conservador Partido Republicano se convirtió en la colectividad hegemónica de la oposición al desplazar a la centroderecha, que es dialogante y llega a acuerdos con el gobierno izquierdista de Boric, según los analistas.
Expertos señalan que en el crecimiento del Partido Republicano influyó el que impuso tempranamente en la agenda pública el problema de la inseguridad que siente mayoritariamente la ciudadanía.