Redacción Internacional, RD – Los centros de votación abrieron este domingo en Costa Rica para que cerca de 3,5 millones de personas puedan elegir, entre el exmandatario José María Figueres y el economista Rodrigo Chaves, al presidente que gobernará al país por los próximos 4 años.
Un total de 3,5 millones de costarricenses están llamados acudir a los 2.151 centros de votación que estarán abiertos desde las 6.00 hasta las 18.00 horas locales (de 12.00 a 00.00 GMT).
El Tribunal Supremo de Elecciones ha informado que brindará los primeros resultados a las 20.00 horas (2.00 GMT del lunes) y que espera hacerlo con un número importante de mesas escrutadas.
Para esta segunda ronda electoral hay acreditados 12.764 fiscales del Partido Liberación Nacional y 7.692 del Partido Progreso Social Democrático, que son los dos que disputarán la segunda ronda, así como de otras agrupaciones para un total de 36.054.
Además, participarán 30 observadores internacionales, entre ellos los que integran una misión de observación de la Organización de Estados Americanos.
Para esta ocasión las autoridades flexibilizaron las medidas sanitarias ante la covid-19, por lo cual, los partidos políticos podrán usar los espacios situados en las afueras de los centros de votación para colocar toldos, así como contar guías electorales para acompañar a los adultos mayores y votantes con discapacidad.
También se eliminó el distanciamiento físico de 1,8 metros entre electores y el lavado obligatorio de manos, pero se mantiene el uso de la mascarilla, tomando en cuenta que la pandemia todavía persiste.
Los candidatos en contienda son el expresidente José María Figueres, del Partido Liberación Nacional; y Rodrigo Chaves, del Partido Progreso Social Democrático, y el ganador gobernará el país a partir del próximo 8 de por un periodo de 4 años.
Chaves, economista de profesión, ha propuesto reducir el tamaño del Estado, reducir cargas sociales y trabas a la inversión y emprendimiento, pero su mensaje se ha concentrado en prometer una lucha frontal contra la corrupción de la que culpa a los partidos tradicionales como el Partido Liberación Nacional (PLN), al que pertenece su rival.
Por su lado, Figueres, ingeniero industrial, ha centrado su compaña en ofrecer su experiencia como expresidente y en puestos internacionales en entidades como el Foro Económico Mundial, y ha prometido programas para reactivar la economía, generar empleo y ha mostrado una visión más dirigida a fortalecer el papel del Estado.