REDACCIÓN: Con más de noventa mil toneladas de petróleo, Cuba recibió este domingo un buque desde la ciudad de Moscú, Rusia debido a la crisis energética por la que atraviesa el hermano país caribeño.
Según informó el Ministerio de Energía y Minas, el buque arribó a la ciudad de Matanzas y sería el segundo barco que envía Rusia de petróleo crudo a ese país, el primero fue el pasado 17 de marzo y trajo consigo 650 mil barriles del material, valorado en casi 50 millones de dólares.
Cuba atraviesa una crisis energética reflejada en interrupciones en el servicio de energía eléctrica que se han extendido hasta más de 10 horas diarias.
La crisis energética en Cuba desencadenó protestas espontáneas en varias ciudades de la isla, con un saldo de al menos 41 personas detenidas por manifestar su descontento. Estos envíos de petróleo coinciden con visitas oficiales de alto nivel entre Rusia y Cuba, siendo la más reciente la del ministro cubano de Comercio Exterior, Ricardo Cabrisas, a Moscú.
El sistema eléctrico cubano depende en gran medida de los combustibles fósiles. Por otra parte, sus centrales de generación han sobrepasado su expectativa de vida programada, lo que provoca constantes paradas ya sea por averías o por reparaciones. Los apagones por déficit de generación se han incrementado considerablemente desde principios de año.
El ministro del sector, Vicente de la O Levy, reconoció recientemente que «el principal problema» de Cuba en estos momentos continúa siendo la falta de combustible. El país ya no dispone de combustible que no sea el adquirido en el mercado internacional, por lo que, según el alto funcionario, se está haciendo un «sacrificio financiero» grande.
El barco ruso no resolverá el problema de déficit de combustible, debido a la irregularidad del suministro que llega a Cuba y la baja capacidad de compra del Gobierno, que depende principalmente de la buena voluntad de gobiernos aliados.
El ministro advirtió que «las situaciones van a seguir críticas por los combustibles y los niveles de consumo que tiene el país, y los niveles que podemos adquirir del exterior con la capacidad financiera que nosotros tenemos».
Lo anterior dibuja un panorama oscuro tanto para los cubanos como para las autoridades. Nada indica que los apagones vayan a ceder.