SANTO DOMINGO, RD– La capacidad de operatividad para materializar la intención de repatriar hasta 10 mil indocumentados a la semana es punto de inflexión para los cuestionamientos que recibe el Gobierno, tras haber anunciado el recrudecimiento de la política migratoria.
En medio del incesante fuego cruzado en Haití no es la primera vez que el Gobierno dominicano aprieta la tuerca para contener el éxodo masivo hacia el territorio nacional, sin embargo, la porosidad de las fronteras ha sido aliada para la continuidad de la hemorragia de ilegales.
Este desborde migratorio lleva las alertas sociales de los dominicanos hacia el punto de ebullición, pero el Gobierno promete devolver a su territorio hasta a 520,000 indocumentados al año.
La cifra supera incluso la cantidad de ilegales deportados por grandes territorios como EE.UU. en el mismo período de tiempo.
Es por esto que la logística que implementará el Estado dominicano genera inquietudes entre expertos en el tema migratorio.
Históricamente, el tráfico de migrantes ha puesto a las autoridades a dar vueltas en círculos, por lo que también hay dudas sobre de la permanencia de los repatriados en su territorio.
Recientemente, el director ejecutivo del Instituto Nacional de Migración, Wilfredo Lozano, afirmó que, pese a no haber datos concretos sobre la dimensión de haitianos en el país, los cálculos indican 800,000 personas inmigrantes en general, y posiblemente haitianos 700,000 sean haitianos.