Saná.- Decenas de miles de fervientes partidarios de los rebeldes hutíes del Yemen, respaldados por Irán, se manifestaron hoy en la capital, Saná, en respuesta a los bombardeos de Estados Unidos y del Reino Unido contra posiciones de los insurgentes para tratar de detener sus ataques contra buques en el mar Rojo.
En la plaza Sabeen de Saná, los simpatizantes de los rebeldes ondearon banderas palestinas y blandieron armas de fuego y dagas, al tiempo que corearon consignas desafiantes como «No tenemos miedo, no podemos tener miedo», «Estados Unidos, basta de terrorismo» o «No nos importa si hacéis una gran guerra mundial».
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Algunos manifestantes también portaron pancartas que rezaban «Esto es lo que deseábamos, un enfrentamiento con Estados Unidos», mientras que los organizadores quemaron banderas israelíes y estadounidenses, según constató EFE.
La multitudinaria protesta, que también fue replicada en otras ciudades del Yemen, mandó un mensaje desafiante a los estadounidenses y británicos, que esta madrugada lanzaron 73 ataques contra posiciones militares de los hutíes en diferentes puntos del país causando la muerte de al menos cinco combatientes.
Lejos de sentirse intimidados por esa acción occidental conjunta contra su territorio, los rebeldes prometieron que este ataque no quedará sin respuesta, declararon una «guerra abierta» e indicaron que ahora los intereses de Estados Unidos y del Reino Unido son «objetivos legítimos» para los insurgentes.
Impasibles ante las amenazas de una nueva guerra
El miembro del Consejo Político Supremo de los rebeldes, Mohamed Ali al Huti, se dirigió a los manifestantes de Saná rifle en mano y aseguró ante la multitud que los ataques contra el Yemen «son terrorismo».
«Los ataques a nuestro país no afectarán nuestra moral ni nuestra fuerza», añadió el responsable ante los vítores de los concentrados, que mostraron un apoyo inquebrantable al movimiento respaldado por Irán ante una posible confrontación abierta con los países occidentales.
Desde la plaza Sabeen, el manifestante Mohamed al Samei, de 27 años, dijo a EFE que los bombardeos estadounidenses y británicos contra el Yemen «no hacen más que reforzar nuestra determinación».
Los hutíes han lanzado decenas de ataques desde mediados de noviembre contra buques mercantes en el mar Rojo vinculados a Israel o que se dirigían a puertos israelíes, unas acciones en apoyo a los palestinos de la Franja de Gaza, donde han muerto más de 23.000 personas desde el estallido de la guerra el pasado 7 de octubre.
Antes de la respuesta militar, esas acciones provocaron la creación de una coalición naval liderada por EE.UU. para garantizar la libertad de navegación en el mar Rojo, por donde transita alrededor del 15 % del comercio mundial.
«Mientras Estados Unidos esté en contra de nosotros estamos convencidos de que tenemos razón y que estamos en el camino correcto», afirmó Al Samei.
Por su parte, el imán de la mezquita de Saná, Abdul Elah al Rassas, de 46 años, afirmó a EFE que los yemeníes no se verán afectados por nuevos ataques aéreos, ya que el país ha estado sumido en una guerra desde 2014.
«Creen que pueden lanzar ataques encubiertos para disuadirnos, pero la batalla es mayor de lo que imaginan», sentenció.