SANTO DOMINGO, RD.- El déficit presupuestario de Estados Unidos aumentó a 6,4% del PIB en 2024, frente al 6,2% de 2023, con ingresos fiscales adicionales que no compensaron el aumento de los costos del servicio de la deuda durante un periodo de tasas de interés elevadas.
Así lo anunció este viernes el Departamento del Tesoro, a menos de tres semanas de las elecciones del 5 de noviembre entre la candidata demócrata y vicepresidenta de Joe Biden, Kamala Harris, y el expresidente republicano Donald Trump.
Con un total de 1,833 billones de dólares al final del ejercicio fiscal de 2024 que cerró el 30 de septiembre, es decir 8% más que el año anterior, el déficit es el tercero más elevado en la historia de Estados Unidos después de los de 2020 y 2021 debido a la crisis del coronavirus.
Las cuentas de la primera economía mundial se vieron entonces lastradas por la explosión del gasto público.
En 2022, sin embargo, el déficit se había reducido sustancialmente, pero volvió a crecer en 2023 y ahora de nuevo en 2024, debido a los elevados pagos de intereses de la enorme deuda estadounidense.
«La administración Biden-Harris sigue centrada en el crecimiento a largo plazo de la economía, con inversiones históricas en infraestructuras, fabricación y energías limpias, teniendo en cuenta al mismo tiempo nuestras perspectivas fiscales a largo plazo», comentó la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, citada en el comunicado.
La situación presupuestaria del país es una de las principales preocupaciones de los votantes estadounidenses, que tendrán que elegir entre Harris y Trump. Ambos bandos se acusan mutuamente de promover políticas que acrecientan el déficit.
Un funcionario de la Casa Blanca deploró que en el Congreso los republicanos hayan aprobado «bajas de impuestos que redujeron los ingresos, aumentando la deuda» y que «sigan pidiendo recortes masivos de impuestos».
– Tipos de interés –
De octubre de 2023 a septiembre de 2024, los ingresos aumentaron un 11%, hasta los 4,919 billones de dólares.
Los impuestos pagados por los hogares estadounidenses fueron más altos que el año anterior, ya que su situación financiera mejoró debido al incremento del nivel de empleo y de los salarios, dijo a periodistas un funcionario del Tesoro.
El gasto subió a su vez un 10%, hasta 6,752 billones de dólares, producto principalmente de un aumento de casi un tercio en el servicio de la deuda, en un momento en que los tipos de interés estaban en su nivel más alto desde principios de la década de 2000.
Sin embargo, la Reserva Federal estadounidense (Fed, banco central) comenzó a bajar los tipos en septiembre, y es probable que siga haciéndolo en los próximos meses, alentado por la ralentización de la inflación.
En junio, la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO) pronosticó un déficit de 1,9 billones de dólares para 2024.
Este organismo independiente, encargado de proporcionar al Congreso estadounidense análisis presupuestarios y económicos, había previsto también que el déficit aumentaría más de lo esperado en los próximos diez años, impulsado por el costo de los intereses de la deuda y la ayuda a Ucrania.
Pero también estimaba que la inmigración impulsaría el PIB en 8,9 billones de dólares durante ese periodo.