SANTO DOMINGO, RD- El transfuguismo ha alterado la medición de fuerzas en el Congreso Nacional, una práctica que ha sido muy cuestionada sobre todo por la oposición, pues los congresistas obtienen su cargo en un partido y pasan luego al que mayor le convengan.
Del 2020 a la fecha, el primer poder del estado se ha visto dominado por un festival de movimientos de sus legisladores que cruzan de un partido a otro dejando de lado sus antiguas casas.
El actual cuatrienio legislativo inició con el Partido Revolucionario Moderno (PRM) a la cabeza como mayor fuerza política en el Congreso Nacional, seguido del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y la Fuerza del Pueblo.
Pero a medidas que pasó el tiempo las cosas fueron cambiando, sobre todo del lado de la Cámara Alta.
Desde que se instaló la gestión congresual iniciada en agosto del 2020, seis senadores han renunciado a los partidos que los postularon como candidatos y se han movido a otras militancias con las que sienten más afinidad.
Del lado de la Cámara Baja quien más ha perdido diputados es el PLD, por diferentes motivos, unos 25 legisladores, hasta la fecha, han renunciado del partido morado, adhiriéndose mayoritariamente a Fuerza del Pueblo y otros al PRM.
Sin embargo, aún quedan algunos congresistas que han optado por no vincularse con una organización, quedándose bajo el título de “independiente”.
El PRM queda con 18 senadores, cuando en 2020 empezó con 19; firme en un primer lugar, la Fuerza del Pueblo queda con siete e inició con cinco ocupando el segundo lugar y el PLD actualmente registra tres senadores e inició con seis quedando en tercer lugar
Desde el propio Congreso Nacional, los partidos de oposición han pujado la modificación a la Ley de Partidos para que desde la normativa se castigue el transfuguismo, en la reforma a la Ley de Régimen Electoral, no tuvo éxito.